Bajo el lema Tots amb l´Orquestra Simfònica de Balears. Tots amb la cultura, los músicos de la agrupación observados por su personal administrativo ofrecieron ayer en la plaza de Cort de Palma un concierto reinvindicativo, para mostrar su descontento con el anuncio por parte del Consell y del Ayuntamiento de reducirles el presupuesto para el 2012 hasta un 37% y un 32% respectivamente. Cifras que, en palabras del presidente del comité de empresa, Carlos Fortea, significarían herir de muerte a una hermandad que lleva más de 20 años en funcionamiento.

Turistas curiosos ajenos a la problemática real por la que se celebraba la sesión se acercaron hasta la plaza, atraídos por las melodías de piezas de Bizet, Rogier van Otterloo y Giménez. Alrededor de 500 personas, algunas con conocimiento de causa y otras no, se personaron también, para apoyar y/o deleitarse con la música durante 45 minutos. Al finalizar, un largo aplauso y coros de voces gritando "Orquesta" cerraron el acto.

Los asistentes Francisco Compta y Vanessa Alonso opinaron: "Les entiendo, y estoy en contra de los recortes, pero llevamos muchos años viviendo por encima de nuestras posibilidades". Al respecto, Carlos Fortea matizó que la Simfònica entiende la situación económica y acepta el recorte del 10% que el Govern ha propuesto, pero tanto el Consell como el Ayuntamiento proponen unas reducciones demasiado altas que imposibilitarían el funcionamiento de la susodicha: "Hacemos grandes esfuerzos, los músicos hacen propuestas y ya hemos creado un ciclo de música de cámara benéfico a coste cero, como muestra de nuestro deseo de colaborar", matiza. Como mínimo, conseguir que se equiparen a la reducción del Govern es el motivo por el que luchan. Aina Jagla, estudiante de arte dramático e hija de música, recuerda que la cultura es tan importante como el sector de la educación o el de sanidad: "Mi madre es música y funcionaria sí, pero tiene hipoteca que pagar y facturas como el resto de personas. Esto es un trabajo, como cualquier otro".