Es legítimo confiar en Martí para que, de rebote, eche una ayuda al Mallorca, imprescindible si quiere evitar el infierno del descenso. Alcórcón y Nàstic, los dos equipos que preceden a los rojillos en la clasificación, son los próximos rivales del Tenerife del técnico mallorquín, que se está jugando entrar en el play off de ascenso. El grupo de Sergi necesita que ambos fallen al menos un partido hasta final de temporada, en forma de empate o derrota, para que se abra una puerta a salir de las plazas de descenso.
Pero, por mucho que cumplan los chicharreros, no servirá de nada si el Mallorca no cuenta sus partidos por victorias. El técnico catalán hace bien en olvidarse del resto y centrarse en sacar adelante lo suyo, entre otras cosas porque no sirve de nada. Tal como están las cosas, la única manera de evitar el pozo es ganar los tres partidos que restan y esperar acontecimientos. El duelo ante el Numancia es clave, como también lo es el del Alcorcón ante el Tenerife, el único rival de entidad de los alfareros.
