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LaLiga 1|2|3

Situación límite para el Real Mallorca

El conjunto bermellón necesita ganar los cinco partidos de Son Moix y, al menos, uno fuera para aferrarse a las opciones de permanencia en las ocho jornadas que quedan - Cuatro rivales de los bermellones ya no se jugarán nada en la Liga

Yuste, Lekic, Vallejo y Pleguezuelo, entre jugadores del Zaragoza durante el partido del domingo en La Romareda. RAQUEL LABODÍA/HERALDO DE ARAGÓN

El calendario va arrancando sus hojas semana tras semana y ya solo quedan ocho. El Real Mallorca se la juega en esta recta de final de temporada. Con veinticuatro puntos en juego y a seis del equipo que marca actualmente la permanencia, el UCAM Murcia, las posibilidades de que los pupilos de Sergi Barjuan alcancen el objetivo son pocas, pero como el propio técnico catalán recordó tras la derrota por 1 a 0 ante el Zaragoza: "Mientras las matemáticas no digan lo contrario, hay esperanza".

Tras nueve jornadas sin conocer la victoria -la última vez que los bermellones sumaron tres puntos fue ante el Rayo Vallecano, en Son Moix, el pasado 12 de febrero- el Mallorca deberá ganar seis partidos para poder contar con serias posibilidades de seguir un año más en Segunda División. A día de hoy cuenta con 32 puntos, los mismos que el farolillo rojo de la tabla, el Mirandés. En lo que va de temporada es el equipo que menos partidos ha ganado, solo seis, y casi el que más ha empatado, catorce.

Los números y la clasificación conceden pocas esperanzas. Solo el calendario permite entrever algún atisbo de esperanza entre tanta oscuridad. Cinco de los ocho encuentros que debe disputar el equipo rojillo los jugará en casa, donde ha logrado precisamente cinco de las seis victorias firmadas durante el presente curso. Solo le quedan tres desplazamientos: Sevilla, Valladolid y Miranda del Ebro.

El resto de encuentros los afrontará en el estadio de Son Moix con el apoyo de su afición. Precisamente en la jornada 42, la de los transistores, el Real Mallorca recibirá al Getafe, un equipo que se puede estar jugando el puesto para afrontar la promoción de ascenso.

Pero para que ese enfrentamiento resulte trascendental, los de Sergi Barjuan deben hacer antes los deberes. ¿Su primer escollo? El Córdoba visita Son Moix el próximo domingo a las 16 horas. Con 40 puntos en la tabla, el partido ante el conjunto andaluz es una de las victorias obligadas que debe anotarse el equipo bermellón. Rival directo en la lucha por la permanencia, concederle los tres puntos sería sinónimo de acabar con cualquier posibilidad de supervivencia. Además de ante el Córdoba, los rojillos se enfrentan a dos rivales directos más en la lucha por mantener un año más su plaza en esta competición. En la jornada 39 reciben al Almería y en la 41 realizan su último desplazamiento de la temporada a Miranda del Ebro. La victoria en estos tres encuentros resulta casi imprescindible para los intereses mallorquinistas.

Por suerte, no en todos los partidos que restan los bermellones se enfrentan ante equipos tan necesitados. Las visitas a Sevilla y Valladolid deberían ser, en principio, algo más cómodas, aunque nunca se sabe. El filial hispalense y el conjunto pucelano, ambos con 46 puntos, se encuentran en tierra de nadie, con casi nulas posibilidades de adentrarse en los play-off en el caso de los de Paco Herrera y con la salvación más que consolidada hace ya unas semanas. Su falta de tensión sobre el césped puede ser un punto que el Mallorca debería aprovechar en su visita a ambos estadios.

Los otros dos encuentros que restan, ante Elche y Numancia en Son Moix, en las jornadas 37 y 40 respectivamente, dependerán de las necesidades con las que lleguen ambos equipos al enfrentamiento. Si los resultados no les acompañan en las próximas jornadas, una victoria en la isla puede darles los puntos que necesitan para consolidar la categoría.

Nueve equipos, cuatro descensos

A falta de ocho jornadas para que finalice la competición, nueve equipos se encuentran, actualmente, enrolados en la batalla por lograr la permanencia. Cuatro de ellos deberán descender y cinco obtendrán el premio de seguir una temporada más en la división de plata del fútbol español. Rayo Vallecano, Reus, Nàstic y Córdoba son los mejor posicionados, todos ellos empatados con 40 puntos en la tabla.

El UCAM Murcia, con 38, es el conjunto que marca en estos momentos la permanencia. Almería y Alcorcón suman 36 y, a cuatro de ellos, Mallorca y Mirandés, cierran la tabla. Pese a contar con hasta ocho puntos de diferencia con respecto a los colistas, ninguno de los implicados puede relajarse, dos derrotas consecutivas les volvería a meter de lleno en la pelea.

Otro aspecto importante a tener en cuenta, cuando tantos equipos se debaten entre tan pocas plazas, es el de obtener el beneficio del golaverage. Si el conjunto bermellón logra buenos resultados ante Almería, Mirandés y Córdoba, la victoria será doblemente positiva, siempre y cuando se llegue a la última jornada de la competición con alguna opción de supervivencia.

Aunque no se presenta un calendario especialmente incómodo para los isleños, su nula competitividad sobre el césped invita poco al optimismo. Juegan con la ventaja de disputar la mayoría de partidos en casa y además sus desplazamientos son estadios en los que los locales no se juegan nada, a excepción del Mirandés. Las circunstancias externas son óptimas para pensar que la salvación no es algo tan impensable para el conjunto rojillo.

El problema no radica tanto en los rivales, si no en la propia incapacidad para ganar partidos. Y, además, los futbolistas aún se están adaptando a su nuevo preparador tras semana y media bajo su mando. Sergi, por su parte, intenta transmitirles una confianza en la que los propios jugadores no creen. El mensaje del ex azulgrana no parece haber calado en un vestuario que sigue mostrando los mismos problemas y las mismas carencias que ya exhibía con Olaizola al mando. O incluso peor.

Además, la afición se ha cansado de soñar y su ruptura con plantilla y dirigentes es manifiesta. Seguramente los bermellones se muestren más nerviosos de lo habitual en Son Moix, donde la grada ya no perdona ni una. El cambio de actitud y, sobre todo ganar partidos, es la única solución que puede aupar a este equipo en la lucha por lograr la permanencia en Segunda. El calendario, al menos, juega a su favor.

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