Las restricciones previstas por el Govern y Consell para evitar saturaciones de vehículos privados en lugares especialmente sensibles de Mallorca como sa Calobra, o la futura habilitación de buses lanzadera hasta cala Varques o cala s'Almonia, ha despertado sensaciones encontradas entre los alcaldes implicados.

En el caso de Santanyí, tras las primeras medidas coercitivas del pasado verano en cala s'Almonia, donde la Policía Local de Santanyí expidió hasta 1.200 multas, está previsto que a partir de este lunes la cosa sea más contundente. Se prohibirá el paso de vehículos particulares tanto a s'Almonia como al caló des Moro. El mismo domingo por la noche se destaparán las señales de dirección prohibida, y solo se permitirá el paso a los residentes con acreditación.

"Si vemos que la gente no cumple y no hacen caso a las señales, iremos un poco más allá", subraya el alcalde Llorenç Galmés (PP), "Es evidente que no podemos sacar a 200 coches con la grúa, así que tendríamos que proceder a la instalación de una barrera, con llave para los vecinos", dice el alcalde, quien alude a una cuestión medioambiental, de seguridad y en favor de los residentes.

Por eso se muestra asimismo contento con la decisión del Govern de habilitar buses lanzadera hasta cala s'Almonia "que llevarán a los bañistas en seis minutos desde el polígono de Santanyí hasta pie de arena, sin que tengan que caminar dos kilómetros como ahora". "En este sentido tenemos una reunión el próximo día 10 de mayo en que suponemos que nos dirán qué día se pondrá en marcha el servicio", concreta Galmés.

Por su parte el alcalde de Manacor, Pedro Rosselló (PP), no acaba de ver claro cómo afectará a la afluencia la habilitación de una línea de bus lanzadera hasta Cala Varques (prevista para este mismo verano). Se queja de la falta de información y de diálogo directo con la conselleria de Territorio: "Supongo que antes de que se ponga en funcionamiento tendremos una reunión, porque de momento no sabemos ni de dónde saldrá ni dónde bajarán los bañistas exactamente... porque puede ser peligroso para la seguridad".

Y es que el caso de Cala Varques es particular, ya que será complicado habilitar un apeadero donde un bus pueda maniobrar entre la carretera comarcal a Portocolom y el estrecho camino que lleva al sendero de la cala. "Supongo que antes querrán saber qué opinamos ¿no? Además, no sé si un bus rebajará el número de coches o por lo contrario turistas que no tenían prevista ir, ahora quieran".

Port de Valldemossa

El primer teniente de alcalde de Valldemossa, Antoni Colom, manifiesta que "esta idea de restringir el paso de vehículos ha sido planteada por el Consell sin consensuarla con el Ayuntamiento. Les hemos comunicado los problemas de saturación del Port pero nunca hemos formulado la solución que se ha lanzado; lo cual no quiere decir que no se tenga que llegar a ello".

Sa Calobra

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas afirma que "lanzar un anuncio así, sin consensuar con los municipios y ni tan siquiera saber cómo se debe hacer, es de una irresponsabilidad supina". Solivellas asegura que ha recibido "muchas llamadas de vecinos y comerciantes realmente alarmados; estas cosas no se pueden lanzar así. Nosotros hemos implantado la zona azul en sa Calobra y una tasa a los autocares para paliar el problema, pero lo hemos anunciado cuando todo estaba estudiado y bien consensuado".