El futuro del sector pesquero de Balears pasará por un punto de inflexión importante la semana próxima debido a la conferencia internacional que tendrá lugar en Malta, y a la que están convocados los Estados bañados por el Mediterráneo, las organizaciones de pescadores y la Unión Europea. En dicha conferencia se empezarán a debatir las medidas que se incluirán en el plan de gestión de los recursos pesqueros del Mediterráneo.

Los precedentes son poco halagüeños pues los informes científicos del estado del mar son desfavorables y destacan la existencia de stocks de pesca en mala situación. El primer paso es la sectorización, y dentro de ella, Balears contará con una zona propia de gestión, que deberá regular.

Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores de les Illes Balears, indica que en ese plan de gestión se introducirá un principio llamado de precaución y prudencia, que se basa en que algunas pesqueras están tan mal que solo con indicios, y aunque no haya informes científicos, se tomarán medidas restrictivas temporales para reducir el esfuerzo pesquero.

Medidas voluntarias

Así pues, y antes de que el plan de gestión específico para el sector Balear del Mediterráneo se plasme en un documento, se han comenzado a aplicar medidas voluntarias que probablemente se eleven a nivel de norma. Una de ellas ha sido subsectorizar Balears en ocho zonas: tres en Mallorca; dos en Menorca, dos en Eivissa y la última, Formentera. De forma rotatoria, la pesca de arrastre -con barca de bou- efectúa un día extra de parada laboral. Esto supone que una de estas zonas pesca sólo cuatro días cada ocho semanas. Esta medida se empezó a aplicar el año pasado, desde febrero a abril; este año se ha ampliado y se llevan efectuando parones rotatorios desde enero. Garau indica que probablemente se aplicará hasta el año 2020.

De la misma forma se obliga a las barques de bou a faenar a más de 200 metros de profundidad durante una época del año, cuando legalmente pueden hacerlo a partir de los 50 metros. Esta medida se aplica en zonas de la costa noroeste de Mallorca (Formentor, Cala Rajada etc..) y en la costa de Mao, en Menorca.

Garau indica que "todas estas restricciones, aceptadas voluntariamente, se encaminan a reducir el esfuerzo pesquero. Hablamos de muchos jornales cuando reducimos un día de pesca, pero entendemos que es necesario para recuperar stocks y evitar tener que tomar medidas más drásticas en un futuro".