Las playas de Torà en Peguera (Calvià), sa Canova (Artà) y es Caragol (Santanyí) serán objeto de distintos muestreos, durante un periodo que se prolongará tres años, para valorar el impacto de los residuos ligados a la estacionalización turística.

La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, y la directora de Residuos, Catalina Maria Canals, se reunieron ayer con representantes de los tres ayuntamientos para informarles sobre la ejecución de los primeros muestreos que ya se han llevado a cabo en las playas de estos municipios, dentro del ámbito del proyecto europeo Interreg-MED Blue Islands. Además, se les ha expuesto el calendario previsto para llevar a cabo el resto de muestras, para que de esta manera puedan coordinarse a todos los actores implicados y llevar a cabo de forma correcta el procedimiento.

Estos tres espacios han sido elegidos según las directrices marcadas por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA), que establecen unas características concretas, como por ejemplo que haya una playa turística, una remota y una intermedia. Un estudio que implica tanto la zona terrestre como la marítima.

Para llevar a cabo los muestreos se delimitan cien metros de línea de costa, y se recogen y hace un inventariado de todos los residuos que se han encontrado, incluso los microplásticos (todos aquellos de menos de 0,5 centímetros) . Posteriormente se eligen cinco puntos de la zona delimitada para recoger muestras de arena, según el protocolo establecido por el ICTA.

Las muestras recogidas se enviarán después a la Autònoma para que sean analizadas. Los mismo análisis con la misma metodología se están llevando a cabo ya en las diferentes islas que forman parte del proyecto: Rodas, Creta, Mikonos, Sicilia, Cerdeña, Malta, Chipre y Mallorca. Interreg-MED BlueIslands es un proyecto en el que tan sólo participan islas de la zona mediterránea, y a través del cual se analizará cómo afecta la estacionalidad turística en la generación de residuos.

Para llevar a cabo este trabajo contará con un presupuesto de 210.118 euros, de los cuales el 85% serán financiado por la Unión Europea y el resto por la institución insular. De hecho, la dirección general de Educación Ambiental, Calidad y Residuos es socio asociado del proyecto.

En el proyecto participan un total de trece entidades o instituciones de siete países diferentes (Grecia, Croacia, Italia, Malta, Francia, Bélgica y España), coordinados por el Ministerio de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Chipre. El presupuesto total del proyecto es de 2,7 millones de euros.