Médicos del Mundo en Balears aplaudió ayer la modificación de la ordenanza de convivencia de Calvià, que dejará de criminalizar la prostitución callejera, pero lamentó que no haya entrado en vigor antes, ya que, en su opinión, este verano ha habido una "amplia campaña de denuncias" contra meretrices. "Las prostitutas sufren una doble victimización. Son víctimas de la explotación sexual y de las normas administrativas", argumentaron desde la entidad.
Médicos del Mundo fue, junto a Cruz Roja, la UIB y Casal Petit, una de las entidades que presentaron alegaciones a la ordenanza para el fomento de la convivencia, argumentos atendidos por el gobierno progresista del municipio de Ponent. La nueva normativa suprime la posibilidad de pedir penas de cárcel para las prostitutas que sean multadas reiteradamente por un delito de desobediencia grave a la autoridad, una medida que no fue respaldada por la Audiencia Provincial.
Desde Médicos del Mundo, recordaron que existía un compromiso para que el cambio normativo entrase en vigor antes del verano, lo que finalmente no se cumplió. "A estas mujeres se les criminaliza, pero no así a los prostituidores", apuntaron en esta asociación que presta apoyo a las prostitutas. La entidad anunció que, el verano que viene, estará "muy pendiente" de la política municipal sobre la prostitución, a fin de que no se repita lo sucedido esta temporada alta.
Por otro lado, diferentes representantes del sector turístico reaccionaron ayer a la aprobación definitiva de la ordenanza para el fomento de la convivencia. Así, el presidente de los hoteleros de Palmanova y Magaluf, Sebastià Darder, aseguró que el sector acepta la idea de "no criminalizar a las prostitutas", pero pidió "firmeza" para perseguir los actos delictivos que a veces aparecen asociados a este fenómeno. "Le dijimos al Ayuntamiento que la delincuencia tiene que tratarse con contundencia", explicó. Del lado de la oferta complementaria, el presidente de Acotur, Pepe Tirado, aseguró estar a favor de que se preste ayuda psicológica y social a las meretrices "que son víctimas de mafias", pero recordó que, en el caso de Calvià, "no son prostitutas sino delincuentes". "Hay que ser más contundentes y efectivos", sostuvo.
Un conocido empresario de Punta Ballena, Alejandro Jara, lamentó que la prostitución es "denigrante", desde el propio punto de vista de esas mujeres, así como para la imagen turística del municipio, por lo que pidió a los políticos que se dediquen a "trabajar para arreglar los problemas".
