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La madera de paulownia 'manacorina' se lanza al mercado de las tablas de surf

La combinación y ligereza de los árboles asiáticos sembrados hace cinco años por una empresa de Manacor, sirven para la fabricación de prototipos que pronto saldrán al mercado

Surfear las olas de todo el mundo con tablas ultraligeras hechas con madera de Manacor será muy pronto una realidad. Durante los últimos meses, la empresa especializada en carpintería náutica de Palma, Cormorant Carpentry, está realizando pruebas y prototipos para conseguir el diseño perfecto para convencer a los amantes del deporte.

La materia prima no es otra que la paulownia, un árbol de origen asiático y de crecimiento rápido, cuya madera de gran ligereza y resistencia le confiere un sinfín de nuevas posibilidades dentro del mundo de la carpintería más sofisticada. "Se trata de crear productos especiales con un valor añadido. Sus características permiten que con la madera de paulownia se pueda innovar mucho más que con las más tradicionales, acotadas a un mercado muy tradicional", señala Miquel Galmés, uno de los propietarios de I-Forestal, la empresa responsable de dar un enforque nuevo dentro de la ciudad del mueble.

Hace cinco años que Galmés introdujo la especie en la isla y sembró un campo de su propiedad con centenares de estos árboles de hoja perenne y libres de infecciones. Transcurrido ese tiempo es cuando el tronco puede empezar a aportar el suficiente volumen de madera como para ser rentable. Sus niveles de flexibilidad, baja densidad y a su vez gran resistencia, hacen que ya haya sido probada, por ejemplo, por la empresa Rossignol, especializada en la fabricación de las estructuras de sus esquís.

Fabricación artesanal

El proceso de elaboración mediante el cual se pretende construir tablas de surf y paddle surf "primero para el mercado mallorquín", se basa en las técnicas artesanales, mediante un armazón con costillas para dejar la tabla hueca por dentro, aligerando gramos. Posteriormente se le van colocando láminas longitudinales de unos diez centímetros de anchura, unidas entre sí hasta conformar una superficie lisa, que después se cubrirá con fibra para que pueda ser serigrafiada y personalizada al gusto de cada cliente surfero. Todavía no se ha fijado el precio al que podrían venderse estas nuevas tablas de paulownia; todo dependerá de la producción y de su comportamiento sobre las olas.

Paralelamente, en estos momentos la misma empresa está realizando una serie de barras y elementos interiores especiales para yates, otra de las posibilidades de su maleabilidad en un mercado aún por explotar en Mallorca. "Creo que es la línea a seguir para aquellas empresas dedicadas a la madera que realmente quieran innovar y hacerse un hueco en la industria hoy en día", recalca Galmés, quien junto a la empresa Desarrollos Agroenergéticos, ha desplegado ya proyecto relacionados en Italia, Grecia, Rumanía y Francia.

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