La concejalía de Urbanismo del ayuntamiento de Manacor ya ha hecho sus cálculos para saber qué costaría adecuar las naves que quedan de la antigua fábrica de Perlas Majorica, para reconvertirlas en un recinto ferial y de conciertos. Esta tercera fase del proyecto de rehabilitación, ya iniciada en el conjunto patrimonial que queda de la perlera en manos municipales, tendría un coste aproximado de 300.000 euros, según adelantó ayer la edil y primera teniente de alcalde, Catalina Riera.

El alcalde Antoni Pastor (PI) ve con buenos ojos la propuesta de Urbanismo, aunque primero quiere esperar al próximo 22 de febrero, cuando se sabrá la liquidación del presupuesto anterior, y por tanto lo que el consistorio podría gastarse en proyectos urbanísticos antes de finalizar 2015: "actualmente tenemos un remanente de tesorería de 14 millones, lo que nos permite tirar adelante con solvencia"; con lo que no habría problemas tanto para la transformación del espacio exterior en parque, como para reformar las naves donde hasta hace menos de una década se fabricaban perlas artificiales. "Aunque no sé si es más conveniente invertir ahora o dejar que sea el equipo de gobierno entrante quien afronte todo el proyecto".

De esta forma en menos de un año Manacor podría disponer de un espacio para ferias, congresos y actos culturales, sin tener que empezar un proyecto desde cero y con un coste más elevado. De esta forma también quedaría descartada la posibilidad de construir el recinto donde el Ayuntamiento lo tenía previsto hace ocho años, entre lo que hoy es el auditorio municipal y el Molí den Beió.

Las fases

La reforma integral de lo que queda de Majoria, es decir, las naves de principios de siglo XX y el histórico chalet del que fuera su presidente Pedro Riche, está todavía en su primera fase: la de cierre efectivo del perímetro, consolidación de estructuras y cubiertas y mantenimiento de la seguridad de los inmuebles. Todo ello por un presupuesto de 200.000 euros.

En teoría esta primera partida debía servir para crear un nuevo parque para la ciudad, aunque el riesgo de que las cubiertas se vinieran abajo hicieron que hace unos meses se cambiara el orden de prioridades.

El parque contaría con una superficie de 4.000 metros cuadrados que, además de los edificios, incluye una pequeña caseta de vigilancia también conservada. Al igual que la partida de urgencia, el coste será de 200.000 euros, contando con el cierre de la parte pública del solar, la reforma de las fachadas de los edificios y la restitución de los elementos exteriores de la vivienda catalogada, para dar una imagen más acorde con su historia.

La última etapa sería la de convertir las naves en un espacio lo más diáfano y libre de estorbos visuales posible, para que puedan celebrarse desde ferias hasta conciertos. Hace unas semanas la concejala Riera y los arquitectos municipales visitaban las fábricas para comprobar el estado del apuntalamiento para su reforma.

Hace años que el terreno que por convenio pasó a manos del ayuntamiento de Manacor en 2005 ha sufrido el deterioro causado por diversos robos, actos vandálicos y el hecho de que la conselleria de Medio Ambiente vetara cualquier tipo de obra hasta que estudios técnicos determinaran si el espacio estaba contaminado debido a los años de actividad industrial, ante un posible filtrado de productos químicos en el subsuelo, lo que fue finalmente descartado hace un año.