El ayuntamiento de Manacor está muy preocupado por el incremento de la suciedad y residuos que se van acumulando en determinados tramos rurales y urbanos de los torrentes que pasan por el municipio. De hecho así se lo hizo saber la semana pasada el responsable de Medio Ambiente local, Bernat Amer, al conseller Biel Company, que pese a escuchar las demandas ya ha adelantado que no dispone de ninguna partida para ayudar al consistorio en este aspecto.

Los problemas más acuciantes se focalizan en la carretera de sa Vall de la Nou, donde el torrente va cruzándose con la carretera, y en el paso del torrente de sa Cabana por la ronda des Port, dentro del casco urbano de Manacor.

La estrechez de determinados vanos por donde debería pasar el agua y el efecto embudo provocado por vertidos y elementos naturales, hacen que el de sa Vall (por cuyo cauce casi siempre pasa agua procedente de los acuíferos de la zona de Petra) se desborde con relativa facilidad e inunde tramos de carretera y campos cercanos sembrados de árboles frutales, lo que ya ha ocasionado numerosas quejas por parte de agricultores y vecinos. Hace tres meses un ingeniero de la Agència Balear de Qualitat de l´Aigua (Abaqua) ya acudió a los lugares conflictivos para redactar un informe.

Ahora, el ingeniero municipal ha pensado en la posibilidad de que desde el Govern se puedan ceder determinadas estructuras del paralizado tram-tren hasta Artà. Piezas preparadas para solventar problemas de altura al paso del convoy de Llevant por lugares de orografía difícil. Se trata de ´puentes´, piezas cuadradas de hormigón que se situarían por debajo del asfalto en los puntos por donde confluyen carretera y torrente.

"La brigada del Ayuntamiento viene realizando limpiezas periódicas de la basura que se acumula en los vanos, pero las competencias no son nuestras sino del Govern y el departamento de Carreteras del Consell, que son quienes deberían responsabilizarse", sostiene Amer.