La obligación que tienen los ayuntamientos para rendir cuentas ante la Sindicatura no prescribe. No obstante, este órgano de control no tiene competencias para sancionar a las entidades locales que no presentan sus números. Esa competencia se reserva en exclusiva al Tribunal de Cuentas, de ámbito estatal.

En Mallorca hay dos consistorios que han incumplido el deber de presentar sus cuentas generales: son Sencelles (en 2003 y 2004), y Estellencs (en 2010, aunque ahora está acabando de redactarlas). Además, más de la mitad de municipios se retrasa en la rendición de cuentas más allá de los límites legales.

La Sindicatura presentó este año una moción al Parlament para fomentar la entrega de cuentas y proponía sanciones para los infractores, como bloquear el acceso de los municipios a ayudas y subvenciones. El Parlament rechazó tramitarla.