El conflicto de la carretera cortada de Cala Millor constata que la presión social puede dar sus frutos. El pasado 12 de febrero, unas 200 personas se movilizaron y reclamaron la reapertura de la vía. Ese día el clima no acompañó pero ello no fue obstáculo para una manifestación-protesta en la que finalmente el PP se sumó a pesar de que la semana anterior los conservadores reprochasen al equipo de gobierno PSOE-Independents-Convergència su "oportunismo" al exigir la reapertura del vial. El 17 también de febrero, medio centenar de defensores del tren y de una solución urgente al problema de la carretera cortada de Cala Millor se desplazaron hasta el Consolat de Mar, siendo sus demandas atendidas por el propio president del Govern, José Ramón Bauzá. La pancarta principal lucía una reclamación directa: "Son Servera cap passa enrere. Volem la carretera". Además de las dos citadas movilizaciones, se elaboró un manifiesto que se ofreció a instituciones y vecinos para su firma, estando dirigido a Presidencia del Govern, lamentando los perjuicios creados por el corte de una vía muy usada y pidiendo su inmediata restauración.