Lejos del mar. Tierra adentro. En terrenos rústicos y urbanos. En parcelas comerciales e industriales. El paisaje de la isla tiene cada vez más presencia de embarcaciones. En muchos casos las empresas náuticas y los particulares cumplen las pertinentes normativas referentes a la ocupación del suelo, pero en otras muchas ocasiones no es así y lo reconocen tanto el Govern como ayuntamientos, responsables de velar por la disciplina urbanística municipal, al ser de su competencia. El asunto en cuestión resulta importante al estar también en juego la preservación del medio ambiente y la imagen turística.

En declaraciones a este periódico, el director general de Puertos y Aeropuertos del Govern, Antonio Deudero, admitió que sí se tiene constancia de esta "proliferación" de instalaciones "alegales o irregulares". Consideró que el problema "endémico" es el de la falta de amarres, que trae como consecuencia que empresas y particulares busquen alternativas para el depósito de las embarcaciones.

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