La eterna bronca entre el equipo de gobierno de Santa Margalida y UM, en la oposición, alcanzó el sábado un nuevo clímax al prohibir el delegado del alcalde en Can Picafort, Bernat Amengual, la entrega de dos trofeos donados por los nacionalistas para una fiesta de inmigrantes, ante la estupefacción general. Según UM, todo obedece a "una pataleta" del alcalde pedáneo tras repartir este partido el día antes una revista muy crítica con la gestión del gobierno municipal. Baste señalar que la portada de es Figueral –nombre de la publicación– es un fotomontaje de la cara del alcalde estampada en un billete de 500 euros, para denunciar el "derroche de dinero público de PP y Can Picafort Unit (CPU)", dicen los de UM.

Eran las seis de la tarde de este pasado sábado en el polideportivo de Can Picafort. Cinco equipos de fútbol-7 formados por inmigrantes sudamericanos acababan de finalizar su mini torneo anual para llamar a la integración social. Sobre una mesa, dos trofeos dorados de una altura considerable descansaban para ser entregados a los finalistas. A su lado, tres más, de unos veinte centímetros de altura, eran acto seguido portados por el alcalde pedáneo Amengual (CPU), quien al ver los primeros y leer que venían concedidos por la conselleria de Turismo (gestionada por UM), se negó en redondo a entregarlos, ante la sorpresa de las más de 500 personas que creían disfrutar de una jornada de diversión.

"Queríamos celebrar una serie de actos festivos en la semana de la Hispanidad, y por eso fuimos al Ayuntamiento a ver si nos podían ayudar", narró ayer uno de los representantes del colectivo de inmigrantes, que no quiso desvelar su nombre por temor a represalias políticas. "Nos dijeron que no había presupuesto y que nos abrirían las pistas, pero que más, no", añadió. Tras la negativa, los organizadores decidieron buscar trofeos, obsequios u otros regalos conmemorativos por otras vías. "Tocamos a muchas puertas, entre ellas las de Unió Mallorquina local, quienes hicieron gestiones con la conselleria de Turismo para conseguir estas dos copas de la discordia", explicó a este diario dicho representante de la organización.

"El batlet de Can Picafort se ha cabreado con la revista de UM y hace pagar sus grandes carencias personales al colectivo de inmigrantes en su día de fiesta. ¡Qué le importa a Amengual si estos señores han conseguido los trofeos de otras instituciones!", denunciaron ayer los dos concejales de UM, Joan Monjo y Eugenio Garrido.

El viernes UM sacó a la calle el último número de su publicación es Figueral, que arremete contra la gestión económica de PP y CPU y especialmente del alcalde de Santa Margalida, Martín Ángel Torres, del PP. "Estos chavalillos nos van a dejar pelados", es el principal titular, que alude a "las jugosas pagas que cobran este grupito de jóvenes concejales con el dinero de todos", apunta Monjo. En la contraportada, UM reproduce "una de tantas facturas de comilonas que PP y CPU cobran después a los ciudadanos".

A Amengual y Torres no les gusta que el pueblo esté informado de su indecente política, y muy especialmente de lo que le cuestan al Ayuntamiento de Santa Margalida tanto ellos como sus concejales y sus diecisiete cargos de confianza; en total casi 120 millones de pesetas" al año, señala Monjo.

Respecto al veto a sus trofeos, el edil asevera: "Amengual no ha estado a la altura de su cargo ni de lo que cobra, tiene madera de pequeño dictador ignorante".

Este diario intentó ayer conocer la versión de Amengual, pero no atendió a las llamadas. Sí lo hizo el concejal de Fiestas, Nofre Plomer (CPU), también presente en el polémico acto. "Esta es una fiesta organizada y patrocinada desde hace seis años por el Ayuntamiento. Los organizadores nos pidieron trofeos; los grabamos, los llevamos y los entregamos", argumentó. "Si hay duplicidad de trofeos no es nuestro problema, sino el de otros que hasta ahora nunca habían aparecido y este año se personan en la fiesta. Supongo que las elecciones están cerca", zanjó el concejal en alusión a UM.

"Es necesario que el señor Plomer muestre sus habilidades haciendo realidad, por ejemplo, el nuevo colegio de Can Picafort y no intoxicando al líder de su partido para que haga el ridículo", replicó Monjo.

Entretanto, los perjudicados son los inmigrantes: "Eramos cinco equipos y estábamos ilusionados porque creímos que habría un trofeo para cada grupo, lo cual es evidente que no fue así", se lamenta su portavoz.