"Si queremos ir a la derecha, remamos con el lado izquierdo y si queremos ir a la izquierda, con el derecho". Margalida, de diez años, se lo sabía bien, porque la pasada edición de Palma Fitness (ahora llamada Fit-Salut) ya practicó piragüismo en el lago del Parc de la Mar. "También lo he hecho en los campamentos de verano", afirmaba tras bajar de la piragua después de un breve paseo. "Es que quiero probarlo todo". Nada que añadir ante el contundente argumento, ya que la feria deportiva organizada por el Ayuntamiento cuenta con una treintena de actividades. Ayer a mediodía estaba a rebosar y hoy se prevé una afluencia similar, que coincidirá con la carrera de la Fundació Respiralia contra la fibrosis quística.

En el escenario situado frente a la Catedral, la música de Bisbal y Chayanne (y otros del mismo estilo) animaba a las esforzadas participantes de las clases de zumba, que no siempre seguían el ritmo del profesor, mientras numeroso público se acercaba al recinto donde los alumnos del Centre de Ball Mallorca exhibían su destreza con el chachachá, la samba o el vals inglés, entre otras modalidades de baile. Más de uno se quedó boquiabierto, no solo con los representantes de la selección autonómica y sub 21, sino también con la experiencia de los niños bailarines.

El éxito asegurado en todos los gimnasios es el cycling, por lo que no podía faltar en Fit-Salut. Tanto en la jornada de ayer como en la de hoy, el escenario más próximo a s'Hort del Rei ofrece pedalear sin parar. Una treintena de personas comenzó poco a poco a las 11 horas, aunque "ya sabéis lo que ocurre, después de algo tranquilo, viene lo duro", tal como advirtió la monitora del también llamado spinning. La música se intensificó y empezó a contar: "Cuatro, tres, dos, uno. Aumenta [la potencia]. Quédate". Los participantes, de casi todas las edades, entonaron un "ohhh" generalizado e, inasequibles al desaliento, siguieron con gran esfuerzo bajo la Almudaina.

Pese al entorno privilegiado, la atención no estaba centrada en el paisaje, sino en que el cuerpo aguantase. Los practicantes del crossfit (un nuevo deporte que combina la halterofilia con otras técnicas) tienen muy claro que la concentración es básica. Ayer uno de ellos llegó a levantar una barra de 80 kilos de peso ante la expectación y posterior asombro del público congregado.

Justo enfrente, bajo una carpa, los ejercicios de pilates y taichi combinado con kung-fu daban la falsa sensación de que apenas se requería esfuerzo, hasta que los interesados lo probaban y veían que lograr la postura correcta es más difícil de lo que parece.

Por la tarde, los niños tuvieron la oportunidad de practicar yoga infantil y por la mañana hubo una sesión de zumba kids. Pero lo que más gustó a los más pequeños fue la zona especial para ellos, con un castillo hinchable y canchas para su tamaño de voleibol, tenis y hockey. También se llenó el taller del Colegio Oficial de Dentistas, donde les enseñaban con huevos hervidos cómo se quedan los dientes tras comer golosinas si no son lavados después.