Los dos primeros policías investigados durante la legislatura estuvieron implicados en una presunta agresión a un detenido en las dependencias policiales ocurrida a mediados de 2011. Uno de ellos fue imputado por un delito de torturas, mientras que el otro lo fue por encubrimento, ya que presuntamente habría girado la cámara de seguridad que había en las instalaciones. Este segundo, Carlos V.P., sería de nuevo implicado en los años siguientes en otras dos investigaciones, la relacionada con los Ángeles del Infieron y la de las presuntos sobornos a policías por empresarios de la noche de s'Arenal.

Estos dos agentes están pendientes de juicio. Los responsables de la Policía Local, paralelamente, les abrieron un expediente como autores de una falta grave. Al primero le impusieron una suspensión de empleo y sueldo. Al segundo no se le impuso ninguna medida cautelar y siguió en su puesto. Carlos V.P. no fue sancionado hasta que acumuló la tercera imputación. En la actualidad está suspendido de empleo y sueldo.

Excepto algún otro caso aislado, la mayor parte de los 25 agentes imputados lo han sido por tres grandes investigaciones realizadas a lo largo de los últimos años por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Todo comenzó con la operación Casablanca, que culminó en agosto de 2013 con la desarticulación de una banda de moteros acusada de un rosario de delitos, desde extorsión al tráfico de drogas, en s'Arenal. En ella fueron detenidos dos policías -uno de ellos Carlos V.P.- que presuntamente colaboraban con ellos.

Las investigaciones de Policia Nacional y Guardia Civil sobre este tema desvelaron la trama de oposiciones presuntamente amañadas, al parecer con la intención de beneficiar a oficiales cercanos al Partido Popular. Esta trama le costó el puesto al intendente jefe de la Policía, Antonio Vera, y al director de Seguretat Ciutadadana de Cort, Enrique Calvo.

Las pesquisas policiales prosiguieron hasta desarticular un grupo de policías que presuntamente tenían un trato de favor con empresarios de locales nocturnos de s'Arenal y el Paseo Marítimo a cambio de dinero o favores. Se trató de la operación Sancus, que acabó con ocho policías detenidos, y la imputación del concejal y del jefe de Policía.