­Tras el accidente que el pasado miércoles sufrió un caballo que trabaja en una calesa, internet se ha movilizado para prohibir este medio de transporte turístico. Un animalista residente en Palma ha promovido una petición virtual a través de la plataforma Change.org y en dos días ha conseguido reunir más de 10.200 firmas en contra de los carruajes de caballos.

La propuesta ciudadana está dirigida al alcalde de Palma, Mateo Isern, y al concejal de Movilidad, Gabriel Vallejo. Como alternativa laboral para los caleseros, se plantea "sustituirlos por coches de época estilo vintage, como ya se ha hecho en otras ciudades importantes del mundo que le otorguen al turista la posibilidad de realizar un bonito paseo".

Entre el centro histórico y la Platja de Palma, en la ciudad existen 28 calesas de caballos y están consideradas servicio público. Todas necesitan licencia del Ayuntamiento de Palma para trabajar y están sometidas a un control anual sobre los caballos y los carros de transporte.

Los colectivos animalistas llevan años defendiendo que las calesas son una forma de maltrato animal, ya que los caballos trabajan muchas horas al día y soportan altas temperaturas en verano. El incidente de esta semana es uno más de los varios desmayos o muertes que han sufrido los equinos.

Sin chequeos aleatorios

La coalición Més per Palma denuncia que Cort se comprometió hace un mes a realizar cinco análisis aleatorios a caballos y todavía no los ha efectuado. Para la regidora y candidata econacionalista Neus Truyol es una situación "indignante" y recordó que su partido defiende la sustitución de las calesas por vehículos eléctricos.