La red de tuberías de la recogida neumática de basuras se construyó con acero endurecido, un material que por sí solo no resiste la corrosión, según afirmaron varios peritos en la sesión de ayer del juicio de Emaya contra las constructoras de la recogida neumática, Envac Iberia y Urbaser.

"El hardened steel [en inglés, acero endurecido] no tiene una propiedad intrínseca que lo haga resistente a la corrosión", manifestó un experto encargado de analizar la composición de un tramo de tubería. Para los profesionales, una alternativa igual de duradera contra los golpes y mejor preparada para la corrosión hubiese sido el acero inoxidable, más caro que el acero endurecido.

Según sugirió ayer el abogado de Emaya, las empresas constructoras podrían haber utilizado adrede materiales de peor calidad para que luego hubiera más averías y facturar más dinero con el mantenimiento y la reparación de la instalación.

Uno de los expertos que declararon ayer en el juicio aseguró que "no era normal" que se produjeran tantas perforaciones en la red de conducciones subterráneas, "porque en el proyecto se deben hacer cálculos y se deben tomar medidas para que el material no desaparezca".

Durante la sesión de ayer se mostraron imágenes del estado final de las tuberías, que presentaban grandes perforaciones. En ellas, según describió un perito, se podían apreciar manchas fruto de la corrosión, que eran todavía más extensas en las zonas de las soldaduras.

Uno de los motivos que se tuvieron en cuenta para clausurar definitivamente la instalación de la recogida neumática a mediados de 2012 fue que los caños estaban tan corroídos hasta el punto de que Emaya calificó el servicio como "irrecuperable".

Las empresas constructoras denunciadas insisten en que la instalación no está en quiebra y que todavía sería posible que vuelva a entrar en funcionamiento tras realizar una inversión cercana a los 1,5 millones de euros.