Los monasterios "son edificios o conjuntos arquitectónicos -muchos de ellos con huertos, casas anexas y auxiliares, iglesia, etc.- que constituyen un tesoro patrimonial", aunque también "son una acumulación de arte -orfebrería, retablos, tejidos, mobiliario, cerámica, etc.- y contienen un archivo documental y una biblioteca que forman parte del valioso legado depositado a lo largo de muchos años en estos lugares dedicados a la oración y la espiritualidad", como detalla la asociación proteccionista ARCA.

Por este motivo, considera que la nueva situación del monasterio de Santa Elisabet -también es conocido como de las Jerónimas o de Sant Jeroni- debería llevar a una colaboración conjunta de las instituciones públicas "para que la ciudadanía pueda conocer y valorar el patrimonio inmenso legado de tantas y tantas monjas Jerónimas".

En primer lugar, ARCA pide a la orden religiosa "que facilite al máximo el estudio y diagnóstico del monasterio, la biblioteca y el archivo, así como los bienes y las colecciones propias", tal como obliga la declaración de Bien de Interés Cultural de 2004, que también indica que el convento "tiene que poder ser visitado al menos cuatro veces al mes si no hay razones que lo impidan". Ahora que las monjas no viven en Sant Jeroni, "es más evidente que nunca que es posible esta visita de historiadores y ciudadanos", tal como destaca la asociación que vela por el patrimonio.

También solicita al Obispado que, como propietario del BIC, preste la máxima colaboración con el fin de llevar a cabo un plan de actuación de conservación y restauración. De ello se debería encargar el Ayuntamiento, ya que es "uno de los monumentos mejor situados de Ciutat, justo en medio del ámbito que se quiere proponer como Patrimonio de la Humanidad".

Además, ARCA pide al Consell que "catalogue e inventaríe todos los muebles y colecciones" para después realizar el diagnóstico para la conservación del lugar, como exige la declaración BIC.