El alcalde de Palma, Mateo Isern, calificó ayer de "poco ejemplar" la conducta del esposo de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, motivo por el cual el ayuntamiento de Palma ha decidido la restitución del nombre de la Rambla sin el añadido de Ducs de Palma de Mallorca y el equipo de gobierno ha decidido pedirle que no haga uso del título como duque consorte porque, además, "no le corresponde".

Tras la presentación a los representantes de los mercados turísticos emisores en Fitur del plan de actuación turística diseñado por la Fundació Turisme Palma de Mallorca 365, Isern insistió en que la ciudad "se merece el máximo respeto por parte de todos", una conducta que no se ha producido en el caso del aún duque de Palma y que ha provocado "la indignación de la ciudadanía", de ahí la decisión de suprimir la calle a su nombre.

En relación a los casos de corrupción que pueden salpicar o afectar de lleno a la cúpula del Partido Popular, Isern insistió en la necesidad de que los partidos incorporen "a nueva gente y nuevas formas para que entre aire fresco", porque "no podemos consentir que política y corrupción se conviertan en sinónimos ya que no lo son, puesto que hay mucha gente en política muy seria y honesta a carta cabal", por lo que estas personas que se lucran del cargo que ocupan "están haciendo un daño muy grande".

A juicio de la máxima autoridad municipal "hay que hacer lo que haga falta para dignificar la política y recuperar la confianza de los ciudadanos"