El gerente de Veterpalma, distribuidor y proveedor exclusivo de Dolethal en Balears, ya estaba al tanto de la aparición del medicamento en las estanterías de un chino de Pere Garau y no se lo podía creer: "Es un fármaco para matar y no sé que estaba haciendo en un chino. Yo, desde luego, que no se lo he vendido. Espero que investiguen cómo ha llegado hasta ahí y que cierren este comercio como medida ejemplar", señalaba a este diario.

"Lo vendo y lo distribuyo yo y otras siete u ocho oficinas comerciales de productos veterinarios que se dedican a esto en Balears. Por las noticias que tengo, creo que ya lo han retirado del comercio chino, pero esto deberías preguntárselo a Farmacia. Lo que está claro es que un producto especialmente diseñado para matar. No es un sedante, es un eutanásico para animales. ¿Qué si podría matar a una persona? Acaba tranquilamente con un perro de ochenta kilos, ¿no podría hacerlo con una persona de menos peso?", respondía a la pregunta un alarmado distribuidor. "Es fácil saber cómo ha llegado hasta ese comercio chino, basta comprobar cuál es el lote de producto que estaba allí para seguir su rastro. Yo desde luego que no se lo he vendido a los chinos. Este producto no tiene precio de venta al público porque generalmente lo vendes a los farmacéuticos y si algún particular viene a por él tiene que hacerlo con la correspondiente receta", explicaba el distribuidor, todavía alarmado por la aparición en un "chino" de un medicamento que, por vía intravenosa, provoca una parada cardiaca terminal.