La puesta en funcionamiento del hospital de Son Espases abre un nuevo dilema: ¿Qué hacer con el gigantesco complejo sanitario de Son Dureta?

Vecinos y trabajadores de las barriadas cercanas especulan con ello. Algunos ni siquiera se lo han planteado, se encogen de hombros y se quedan pensando. "Es una buena pregunta", afirma Toni Vera, operario de la construcción. La respuesta sigue siendo un misterio, aunque ya han saltado a la palestra algunas propuestas que son del agrado de los residentes y de los propios empleados del hospital. Montse Martí y Coloma Clar, que forman parte de la plantilla, no dudan al contestar. "Lo mejor sería que se convirtiera en un centro socio sanitario para personas sin recursos". En su opinión, este servicio es el que menor cobertura tiene en estos momentos. "Hay enfermos a los que no se les puede dar el alta porque no se pueden costear los tratamientos", indican. Esta es su apuesta, aunque para ello no serían necesarios todos los edificios, "el resto se podría derribar y hacer zona verde", prosiguen. Muchos vecinos coinciden con ellas.

Coincidencias

Noemí Galmés también prefiere que se convierta en un centro "para mayores o para personas con dificultades que no tienen recursos". Lo mismo que Mónica Terescu, que se inclina por convertirlo en una residencia. "Tienen un espacio muy grande y las instalaciones ya están preparadas", añade. "Sería lo más correcto" responden, en este sentido, Drusila y Lidia Gómez, hermanas y residentes en el barrio de Son Armadams. En Son Españolet también apuesta por ello. Enrique Prats, vecino de la zona, quien lamentaría que se derribasen los edificios. "Es una pena", afirma. En su opinión, "lo mejor sería que se destinara a personas sin recursos".

La idea de convertirlo en un centro socio sanitario es la propuesta con más aceptación, aunque hay quien lanza nuevas opciones. Susana Moragón, también vecina de Son Españolet, alude a la ausencia de zonas infantiles. "Se podría habilitar un parque adaptado para niños pequeños", indica. "Los columpios son peligrosos a esas edades y la mayoría de los espacios que hay en la zona carece de suelos de goma", denuncia. Se haga lo que se haga "que sea algo de provecho", declara.

Toni Vera espera, igualmente, que el futuro de Son Dureta sea beneficioso para todos los ciudadanos. "Yo haría una sala de conciertos o un lugar donde se pudieran realizar actividades culturales". "Hay mucho espacio para ello", responde.

No quieren pisos

Las opiniones varían en función de las necesidades de los residentes y trabajadores de los núcleos cercanos, cuyos comerciantes ya han manifestado su preocupación ante la posible pérdida de la clientela. Si bien, la mayoría tiene claro lo que no quiere: "Más pisos y bloques de edificios de lujo". La fiebre constructiva ha transformado los aledaños del viejo hospital en nuevas barriadas. La urbanización de sa Taulera, levantada frente a él, es una prueba de ello. Alberto Martí espera que el porvenir de Son Dureta no sea este. "Especularán como siempre y al final será pasto de ello" afirma. "Yo prefiero un parque a un edificio", concluye.