La Casa Pomar Flores regresa a sus orígenes. Cuando Gaietà Pomar decidió abrir el negocio el gancho fueron los papeles pintados. Con los años y el paso de las generaciones, el establecimiento se amplió a las bellas artes. Con motivo de la celebración del 150 aniversario, sus continuadores han decidido dar un paso más: ceder un espacio a la exposición de obras artísticas.

Toni Barceló inauguró ayer el Espai 150 Anys con algo más de una veintena de obras que él describe como obra sobre papel acrílico y papeles pegados.

El continuador de la saga, Guillem Pomar recordó cómo el negocio que fundara el hermano de su bisabuelo ya había sido receptivo al lenguaje artístico "sólo que nunca como galería", matizó. En ese sentido, Pomar Flores acogió en 1983 una instalación de Horacio Sapere.

Asimismo, el propietario de este establecimiento centenario subrayó el hecho de que en su local "siempre hemos tenido cuadros para vender; obras que dejaban algunos artistas".

La Casa Pomar Flores ha vivido distintas reformas e incluso cambios de ubicación. Su actual emplazamiento está en la calle Sant Miquel. Antes que Guillem Pomar y su hermana Josepa se hicieran cargo del negocio, les antecedió su primo Josep Maria.

Entre los clientes que han pasado por el negocio de material artístico y, desde hace unos años también kiosco, se cuenta uno excepcional: Joan Miró. Miquel Barceló fue asiduo al local en los años setenta.