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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Mujeres, en primera persona

Me reprochan con cierta frecuencia que trate a las mujeres como seres superiores. No me queda otro remedio, tras haber disfrutado en persona de las siguientes...

Me reprochan con cierta frecuencia que trate a las mujeres como seres superiores. No me queda otro remedio, tras haber disfrutado en persona de las siguientes:

Maruja Torres, Carmen Díez de Rivera, Catherine Zeta-Jones, Miriam Makeba, Claudia Schiffer, Victoria Camps, Shirin Ebadi, Carmen Martínez Bordiu Franco, Julia Otero, Marisa Berenson, Maureen Dowd, Mònica Oltra, Rosario Nadal, Katharine Hamnett, Margaret Thatcher, Manuela Carmena, Carmen Cervera, Veruschka, Tania Sánchez, María Luisa Merlo, Annie Lennox, Montserrat Nebrera, Tzipi Livni, Margaluz, Jil Sander, Maria del Mar Bonet, Liliane Bettencourt, Carolina Herrera, Rosa Maria Sardà, Geneviève Chauvel, Gabriela Sabatini, Ana Patricia Botín, Erica Jong, Ana Pastor, Mouna Al Ayoub, Paloma O'Shea, Patty Cisneros, Charo Soriano, Carmen Delgado de March, Marina Abramovic, Carme Conesa, Lynn Margulis, Àngels Barceló, Sherry Lansing, Mònica Terribas, Lynn Forester de Rothschild, Maria Bohigas, Rebecca Horn, Dominique Eluard, Carmen Posadas, Sybilla, Petra Mateos, Cristina Macaya, Marta Fernández, Lidia Falcón, Margarita Retuerto Buades, Lynsey Addario, María Antonia Iglesias, Carmen Balcells, Charo Conde, Concha García Campoy, Carme Forcadell, Ana Torroja, Gemma Nierga, Barbara Walters, Pilar Urbano, Queca Campillo, Kerry Kennedy, Elaine Gurievitch Kerrigan, Aitana Sánchez Gijón, Maribel Verdú, María Fernanda Peraza, Maria Aurèlia Capmany, Sophie Calle.

Es una lista forzosamente incompleta, con mujeres que a buen seguro detestan a algunas de sus compañeras de encrucijada. Sin embargo, al superponerlas se despliega la coherencia del mosaico. No solo les une mi deuda impagable, también la energía suficiente para estar dotadas de una opinión propia, sin demasiadas intenciones de sumarse al victimato denunciado por Rafael Sánchez Ferlosio. No acabaré con la más conocida, pero sí con la autora de la frase más categórica. La tatuadora Virginia Rambaud me aseguró que los hombres que se someten a su técnica "no me olvidan, porque soy la mujer que más daño les ha hecho".

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