Una de las peticiones que Astilleros de Mallorca lleva años formulando a las autoridades es que necesitan cuatro veces más superficie para la varada de barcos (de unos 20.000 metros cuadrados actuales a 80.000). La empresa trabaja solo con navíos de recreo, porque el tamaño de los barcos mercantes es demasiado grande para sus instalaciones. "Se nos han quedado pequeñas y no todos los trabajos los podemos hacer con el barco anclado en el agua", explica el director general de la compañía, Diego Colón de Carvajal. El jefe afirma que están en conversaciones con los responsables del puerto desde hace tiempo, pero "no hay una ubicación definida aún". En una entrevista reciente, el nuevo presidente de Autoritat Portuària, Alberto Pons, reconocía la necesidad de cambiar su emplazamiento en beneficio de la industria naval isleña.