Desde que hace poco más de un año se ordenara la detención de Bartolomé Cursach, el empresario afronta hoy su primer juicio. A primera hora de la mañana, el magnate del ocio nocturno de Mallorca ha sido trasladado desde la prisión de Palma a los juzgados de Vía Alemania mañana para que explique el origen de una escopeta que fue localizada en su domicilio el día que fue registrado con motivo de su detención. La fiscalía le acusa de un delito de tenencia ilícita de armas y solicita una pena elevada. Reclama una condena de un año y medio de prisión. No está previsto que se alcance ningún pacto previo entre el empresario y la acusación.

Cursach debe explicar la razón por la que guardaba bajo su cama una carabina, pese a que no tenía ni licencia de armas, ni la documentación reglamentaria. Esta arma larga, que no estaba inscrita en el registro de Intervención de la Guardia Civil, ni a nombre de Cursach, ni de otra persona, fue localizada en su casa ubicada en la carretera vieja de Sineu. Se trata de una carabina que no se fabrica en España y, por tanto, se introdujo ilegalmente desde el extranjero. Al parecer, este modelo solo se fabrica en Estados Unidos.

Además del arma, el empresario también tenía a su disposición más de quinientos cartuchos del calibre que coincidía con la carabina. Parte de la munición se encontró en otro domicilio de Cursach. La acusación mantiene que tanto la carabina, como la munición, la adquirió el empresario de forma clandestina.

El fiscal ha pedido que se ponga a disposición del juez el arma que fue encontrada.

Está previsto que Cursach afronte varios juicios con distintas acusaciones.