Ni más coches, ni más visitantes. Así se podrían resumirse los primeros días de túnel de Sóller totalmente gratuito después de que se levantaran las barreras del peaje el pasado jueves por la tarde por última vez.

El centro de la ciudad presentaba estos días un aspecto completamente normal con terrazas a medio gas y el movimiento habitual de sollerics y algún turista contemplando los monumentos de la plaza de la Constitución ajeno a la novedad. Tan normales han sido las primeras jornadas sin peaje que el túnel no ha registrado cambios significativos en cuanto al volumen de tránsito. "Ni más ni menos coches que en los días anteriores", señaló un trabajador de la nueva concesionaria de mantenimiento que estos días se afana en poner en orden a las oficinas situadas en la antigua área de peajes tras el cambio de gestión.

Para la tranquilidad de la plantilla de la antigua concesionaria, trece de sus quince trabajadores siguen trabajando en el túnel de la mano de Citelium, la responsable de su mantenimiento. Sólo han dejado su puesto dos trabajadores de la gerencia de la Compañía Concesionaria del Túnel de Sóller, empresa ligada a Globalvía que próximamente desaparecerá tras liquidar su último ejercicio de actividad al frente de la infraestructura subterránea.

Si en la zona de peajes no se han registrado aglomeraciones, al otro lado del túnel la situación es la misma. "Ni más coches de los que vienen habitualmente, ni más saturación de la que se registra en Mallorca", señalaba el alcalde de Sóller, Jaume Servera, quien destacó la "total normalidad" de las primeras jornadas de gratuidad, que desde el punto de vista meteorológico en Sóller se han presentado desapacibles y con el cielo cubierto. En términos similares se manifestaron varios responsables de las pocas cafeterías que estas semanas permanecen abiertas en Sóller: "no ha hecho falta contratar personal de refuerzo porque todo sigue igual". Algunas de estas terrazas funcionan a medio gas, especialmente desde la suspensión de servicios del tren de Sóller. En la calle de la Luna, los comercios registran el flujo habitual de clientes, algunos de los cuales enfrascados en las compras navideñas propias de esta época del año.

La mansa tranquilidad que estos días se registra en Sóller, podría contrastar si este invierno se produce alguna otra nevada, que sí podría acarrear gran flujo de visitantes al valle por el efecto llamada que suscita el fenómeno meteorológico. Así lo señalaba el alcalde, quien añadió que "a partir de ahora no habrá más problemas de aparcamiento de los que venimos sufriendo en Sóller desde hace años". Las únicas anécdotas remarcables son los despistes de algunos conductores que todavía se paran a pagar en los peajes o la multa que se llevó un ciclista que se filtró dentro del túnel el pasado viernes.