El juez José Castro archivará en breve las piezas separadas 20, 21, 22 y 23 del Palma Arena, que fueron unificadas en la pieza 20 y ante las que ni la fiscalía anticorrupción ni el Govern balear van a formular acusación alguna. En esta pieza se agruparon las pesquisas sobre varias facturas que empresas como Nimbus, la agencia de publicidad que llevó las campañas electorales del PP de 2003 y 2007, y otros proveedores giraron a la sociedad GR1, propiedad de los arquitectos Luis y Jaime García Ruiz, que dirigieron las obras del velódromo por lo que cobraron varios millones de euros del Govern.

Las acusaciones mantienen que buena parte de los hechos investigados en la pieza 20 ya son objeto de acusación en otras de las 28 piezas separadas del Palma.

Por otro lado, y según postula la Abogacía del Govern, otras facturas sospechosas pertenecen a trabajos realmente prestados por los proveedores y relacionados con la construcción del Palma Arena.

Según investigaciones de la Policía al principio del caso Palma Arena, cestas de Navidad, jamones ibéricos, viajes por Europa y Estados Unidos, cascos para que se pusieran los visitantes de las obras, son algunos de los gastos que los hermanos Jaime y Luis García Ruiz, arquitectos contratados a dedo por Jaume Matas, cargaron al velódromo Palma Arena.

Según los dos imputados, todos los millonarios gastos atribuidos al Palma Arena obedecieron a necesidades del proyecto y las obras y nadie del Govern les exigió cuentas del destino de los fondos.

La Policía Nacional, al principio de las investigaciones del Palma Arena, elaboró un informe sobre las facturas pagadas por GR-1, la empresa de los García Ruiz que recibió entre 8 y 9 millones de euros del Govern Matas para modificar el proyecto, dirigir las obras y preparar el velódromo para el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista del 2007.

Los García Ruiz pagaron, entre 2006 y 2007, 104.400 euros por la realización de un vídeo de la construcción del velódromo; 44.575 euros para la organización de visitas a la instalación deportiva y otros 33.209 euros únicamente para la visita de las autoridades.

También se gastaron casi 58.000 euros en catering para esas visitas.

Entre los gastos investigados están viajes a Barcelona, Valencia, Berlín, Burdeos, y Los Ángeles, desplazamientos que los dos hermanos vincularon al proyecto, como visitas de otros velódromos.

Transporte de la maqueta

Otra de las partidas más importantes pagadas por GR-1 fue una de 53.569 euros por el concepto genérico de "viajes a Barcelona, transporte de maqueta, etc".

El 1 de enero del 2007 los García Ruiz cargaron al erario público casi diez mil euros en cestas de Navidad y jamones ibéricos.

Los arquitectos manifestaron que pagaron varias facturas por indicación del Govern y que cuanto más extras tuvieron que abonar, menos honorarios cobraron.

Según los dos imputados, nadie del Govern balear les pidió comprobantes del destino de los fondos públicos ni controló los gastos.

Al ser ellos una empresa privada no vieron necesario sacar a concurso las partidas o cumplir la normativa de contratación para las Administraciones Públicas.

El archivo de la última pieza separada que seguía en fase de instrucción del Palma Arena beneficiará a otros imputados, entre ellos pequeños proveedores de las obras, que rechazaron haber cometido irregularidades.