Nunca pongas tu leyenda al alcance de la ley. A Tolo Cursach se le ha derrumbado su personaje encima. Está acusado de los crímenes que se utilizaron para forjar su mito. En toda actividad ilegal, el riesgo consiste en confundir la suerte con la habilidad. Los políticos y altísimos funcionarios que encumbraron al amo de la noche, no han salido a defenderlo a plena luz del día. Es más fácil proteger públicamente a un delincuente con clase como Urdangarin que hacer lo propio con un magnate desclasado. De Cursach no se han vengado sus enemigos, sino sus amigos. Ya pasa.
Rodrigo de Santos, director de la campaña triunfal de James Matas en 2003, lideró al frente del urbanismo de Cort un duelo a muerte con Cursach. Los tres protagonistas de este párrafo acabaron en la cárcel. Los tres pensaban estar protegidos por una inteligencia superior, la suya. Hoy nos ilustra una fotografía de Lorenzo que muestra al concejal esposado en los juzgados, hace una década. De Santos siempre culpó a Cursach de su infortunio, Cursach siempre prefirió a Gabriel Cañellas antes que a Matas.
La obsesión mutua de Cursach y De Santos tenía como detonante las licencias del colosal Megapark. No habían acabado de presentarme al concejal en el centro cultural de Sa Nostra, con perdón, y ya me estaba hablando del geriátrico que el empresario pretendía levantar junto a Son Espases. El político recordaba el vaticinio que le formuló el emperador nocturno. "No encontrarás en toda Mallorca un árbol que te dé sombra". Nadie confundiría a los mallorquines con una raza poética, pero el dinero inflama nuestra vena lírica.
Una mañana de la legislatura corrupta 2003-2007, la alcaldesa Catalina Cirer almorzaba en el Diplomatic, local implicado en la mafia de la restauración. Hojeaba un álbum que recogía las andanzas de su número dos y feroz enemigo, el Rodrigo de Santos que el conseller José María Rodríguez le incrustó para controlar Cort. La edil estaba feliz de imaginar los apuros en que se vería implicado su muy católico concejal.
El mejor escritor de Mallorca, un tal Jaume Santandreu, me llamaba una de esas noches a la redacción. Había ido a su local gay favorito, Casa Alfredo, "y me han dicho que está cerrado para una fiesta privada de Rodrigo de Santos". Era complicado publicar entonces asuntos que no pertenecían a la vida privada, porque el concejal pagaba con la tarjeta de crédito municipal.
Mientras el sacerdote renegaba por los impedimentos a su ocio, otros grababan las orgías que hundieron al político. Una década después, Cursach se ve en idéntica tesitura que De Santos, ingresando en la misma cárcel de Palma y compartiendo además delitos. Si aquí no hay una película, que cierren Hollywood. Eso sí, no la encarguen a quienes descafeínan el biopic del Obispo hasta dejarlo en una secuela de La sirenita.
"He dejado una partida de veinte mil euros para venir a solucionar este desastre", les gritaba el madridista Cursach a sus hombres de paja en el Atlético Baleares. Es su único club verdadero, aunque se compró otros dos para complacer a los Mateos que acabarían traicionándole. A Mateo Palmer le montó el Megasport y a Mateo Alemany le regaló el Real Mallorca. Los piropos que el empresario le acabaría dedicando al mallorquinista resultan impropios incluso para este reducto del mal gusto. Por cierto, Cursach era lector habitual de esta sección, aunque también aquí pasaba desapercibido.
El Consell de Mallorca irrumpió en San Valentín con una campaña de Podemos contra el amor romántico, el único que nos queda. Ejerció de ariete Nina Parrón, pero no especificó si contaba con la complicidad de Jesús Jurado, vicepresidente de la institución en nombre de Podemos. Este gobernante proponía en 2010 en su cuenta de facebook montar "un bar de tías en tetas y con plumas en la recepción. Éxito seguro". Nada demuestra que no haya plasmado su proyecto en el terreno de la política.
Encontrarán textos más denigrantes en mis obras completas, y desde luego que nadie confundirá a Jurado con el amor romántico. La iniciativa empresarial del dirigente de Podemos se correspondía con el anuncio de que "entraré a formar parte de la ´familia´ Riu". Sin embargo, el partido de Pablo Iglesias debe precisar si el proyecto del "bar de tías" puede trasladarse a la umbría sede del Consell. La combativa Parrón tiene trabajo en casa.
A propósito, Podemos prescindió de su abogado Toni Bennàssar, y hoy anuncia que "Buscamos abogado/a con experiencia procesal y en asesoramiento jurídico". La "retribución" a cambio de "40 horas semanales" se determinará "durante la fase de entrevistas del proceso de selección". El ámbito de búsqueda no se limita a Mallorca. Desde Barcelona me remiten una comunicación con emoticonos de Aina Díaz. Al grito de "Queridas compis" señala que "en Podem andamos buscando hace tiempo abogado para nuestro Grupo parlamentario". Sin embargo, "de momento no hay manera de encontrar el perfil adecuado". Que pongan a Balti. (Cambie de partido, Podemos no ofrecerá nunca un espectáculo de la calidad del PP).
Recuerde dónde leyó antes que la única diferencia entre la gerente de Son Espases y no tener gerente de Son Espases era el sueldo. Sic transit gloria mundi, la pareja que gobierna Sanidad debe explicar qué extraño razonamiento les llevó a contratar a un equipo de un hospital cántabro de segunda, para el centro de referencia más caro del mundo.
Reflexión dominical ferroviaria: "Cataluña contra España, choque de trenes parados".
