Uno. "Seis caballerías andando unas norias en cinco días, trabajando cuatro horas por día, sacan 8.000 cubas de agua: ¿Cuántas caballerías serán necesarias para que en seis días, trabajando ocho por día, saquen 16.000 cubas?". Encuentro este enigmático problema en la página 67 del Guía práctico [sic] de agrimensores y labradores, edición de 1841.
Si ya siglo y medio atrás nuestros antepasados estaban capacitados para resolver asuntos tan peliagudos como este de una forma científica, ¿no sería posible aplicar una metodología alfanumérica -sea cual sea el significado de esta palabra compuesta- a las grandes cuestiones aparentemente irresolubles de la política balear? Veamos algunos ejemplos.
Dos. Si Francina Armengol ha proclamado en 1.432 ocasiones su amor político por Pedro Sánchez. Si en 12.333 aseguró que el no a Mariano Rajoy era innegociable. Si ordenó una vez a los dos diputados por Balears que rompieran la disciplina de voto. Si en otras 456 ha exigido la celebración inmediata de un congreso del Partido Socialista Obrero Español en contra del criterio de la comisión gestora y de los intereses de los barones y baronesa del sur. ¿Cuántas veces deberá arrodillarse y pedir perdón ante Susana Díaz cuando entre en la secretaría general del partido como elefante en una cacharrería? ¿Qué porcentaje de posibilidades existen de que sufra una operación de acoso y derribo con la complicidad de los González, Guerra o Rubalcaba que llevan bajo palio a la andaluza?
Tres. Si Xelo Huertas y su compañera de fatigas y castigos Montse Seijas han calificado 56 veces de quasicorrupto a Alberto Jarabo. Si la presidenta, aún, del Parlament y el secretario general esquivan incluso un inocente brindis navideño. Si Juan Carlos Monedero advierte con un "ojito con lo que dices" al apasionado juez, y hoy diputado, Juan Pedro Yllanes. Si Íñigo Errejón y Pablo Iglesias un día se sacan los trapos sucios en las redes sociales y al día siguiente se besan en la boca. Si en el Ayuntamiento de Palma los podemistas están más enfrentados que Coca Cola y Pepsi Cola... ¿Qué tanto por ciento de virginidad queda entre los representantes de la nueva política? ¿Será cierto en un 93,4% de los casos que los nuevos partidos no son iguales a los viejos, sino "peores", como dijo la señora Huertas esgrimiendo sus 19 años de militancia en el PSOE?
Cuatro. Si José Ramón Bauzá fue echado a votos perdidos -menos 75.591- y escaños esfumados -menos 15- de la presidencia del Govern. Si el mismo individuo fue arrancado casi a patadas de la presidencia del partido después de ser abroncado por l´Amo Gabriel Cañellas. Si no ha logrado ser ministro, ni secretario de Estado, ni director general, ni delegado del Gobierno pese a haberse arrimado a Mariano Rajoy más que Manolete a un morlaco, ¿cuántos apoyos logrará sumar el susodicho Bauzá si finalmente se presenta como candidato para reliderar a los populares de Balears?¿Conseguirá con un millón de lágrimas ablandar los corazones de sus ayer aduladores y hoy ejecutores para que le regalen un trozo de la tarta?
Cinco. Si Biel Barceló les ha dado a los hoteleros los veinte millones que querían para promoción turística y que los de Podemos querían negarles. Si la conselleria de Turismo ha redactado la normativa de viviendas vacacionales que los propios empresarios hubieran firmado. ¿Cuántos votos sumará Més, o como se llame la marca con la que concurran a las elecciones previstas para 2019, entre los hoteleros?
Posada. La respuesta al problema inicial es cinco. Se obtiene después de "multiplicar los estremos [sic] 20 y 16.000, y los medios 8 y 8.000, y dividiendo el producto mayor, que aquí es 320.000, por el menor 64.000, el cociente cinco son las caballerías pedidas". Más complicado resulta resolver los problemas de nuestros ilustres políticos mallorquines. De hecho, los potentes ordenadores utilizados para encontrar la respuesta a los enunciados dos, tres y cuatro han fundido los plomos... Y los chips. Para el cinco, el de los hoteleros y Barceló, sí hay respuesta: ni uno.
