A los hoteleros no les ha gustado la actualización del sistema de módulos con el que la mayoría de los hoteles están declarando ante Hacienda lo que cobran a sus clientes en concepto de Impuesto de Turismo Sostenible (ecotasa). Según asegura la Federación de Empresarios Hoteleros de Mallorca (FEHM), en un comunicado difundido ayer, el importe que hay que abonar por cada módulo sube de media un 10%, incremento que lleva a la patronal del sector a decir que los establecimientos "se verán obligados" a liquidar el tributo por el método de estimación directa, es decir, en vez de pagar un fijo al año en función del tiempo de apertura y las plazas de cada hotel, entregar a Hacienda exactamente lo que le recauden a cada turista.

El sistema de módulos, según confirman fuentes hoteleras, ha permitido este año a la mayoría de los hoteles recaudar en ecotasa más de lo que luego le tuvieron que entregar al Govern. ¿Por qué? Pues porque la temporada fue mucho mejor en términos de ocupación que la de 2014, cuyos datos se utilizaron para calcular los módulos. Esa es precisamente la razón que ha esgrimido el Govern para subirlos, tomando para ello como referencia los últimos datos, los de este 2016 de ocupación y facturación récord.

El problema, dicen los hoteleros, es que en esa actualización no tiene en cuenta que los módulos se suben para todo el año, cuando el aumento de estancias se ha producido sobre todo en temporada alta. Aducen además que el turismo familiar ha sido clave en los resultados del año, pero dentro de ese segmento familiar abundan los clientes menores de 16 años, exentos de ecotasa. Con todo, los empresarios creen que en 2017 el sistema de módulos tendrá el efecto contrario al de 2016 y los establecimientos que lo sigan deberán entregar al Govern más ecotasa de la que realmente recauden.

En ese contexto, los hoteleros aseguran que se pasarán a la estimación directa.

Ese sistema, recuerdan, es más problemático tanto para el Govern como para los hoteleros, toda vez que obliga a llevar una contabilidad diaria y cliente a cliente del impuesto, dificultando por el camino la inspección y aumentando la carga burocrática. En el sector lamentan verse forzados, dicen, a cambiar y recalcan que la entrada en vigor del tributo les obligó a "adaptar tanto sus sistemas informáticos como sus plantillas", esfuerzo que supuso en total más de 25.000 euros de coste por establecimiento.

La Federación Hotelera explica a sus afiliados que la renuncia al sistema de módulos se puede realizar entre el 1 y el 31 de marzo de 2017, e implica que quien se cambie a estimación directa tenga que seguir en ese mecanismo hasta el final de 2018.