El Tribunal Supremo acaba de tumbar el último cartucho que tenían los opositores a la construcción del hospital público de referencia de Balears en Son Espases, una finca lindante con el monasterio de Es Secar de la Real. La empresa La Sirenita S.L., que ha sido parte activa en los últimos años en la denuncia de supuestas irregulares urbanísticas, pidió al Alto Tribunal la ejecución de una sentencia de 2013 donde se anuló la reforma del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para ubicar el hospital en suelo rústico.

La batalla legal contra la ubicación del sustituto de Son Dureta en Son Espases se inició a la par de la selección por el Govern de Jaume Matas de los terrenos de Son Espases para levantar el hospital, en 2003. Desde entonces se han dictado numerosas sentencias en la jurisdicción contencioso-administrativa y sigue abierta una causa penal por sobornos y amaños en la adjudicación del hospital.

Los Misioneros de los Sagrados Corazones y la plataforma Salvem la Real fueron dos de los principales protagonistas de la oposición en los tribunales al proyecto. Pero también hubo otros demandantes menos conocidos contra las resoluciones administrativas relacionadas con Son Espases, como la mercantil La Sirenita. Esta empresa denunció años más tarde un exceso de volumen en una finca de sa Calatrava donde el entonces president del Govern del PP José Ramón Bauzá tenía una vivienda.

La Sirenita interpuso en 2006 un recurso contencioso contra el acuerdo del Consell de Mallorca por el que se modificó el PGOU de Palma para permitir levantar el hospital en fincas rústicas. Los Misioneros de los Sagrados Corazones habían recurrido antes dicho acuerdo del Consell.

La sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) desestimó ambos recursos en 2009 y 2010 y confirmó la legalidad del cambio urbanístico. Sin embargo, tanto la congregación religiosa como la empresa recurrieron las sentencias ante el Tribunal Supremo, que dio un giro de 180 grados al proceso y acabó anulando la modificación del PGOU.

La primera sentencia del Alto Tribunal se dictó el 20 de marzo del 2013 y dio la razón a los Misioneros de los Sagrados Corazones. El Supremo anuló el acuerdo porque se había omitido el trámite de declaración de interés general del equipamiento sanitario promovido por el Govern, dado que Son Espases era suelo rústico, y porque tampoco se hizo de manera previa una evaluación del impacto ambiental del hospital.

La segunda sentencia, que estimó el recurso de La Sirenita, fue dictada el 21 de junio siguiente en términos idénticos a la de los frailes de Es Secar. La Sirenita, no obstante, no pidió la ejecución de este fallo, que declaró ilegal el hospital, hasta 2015, dos años después. El TSJB rechazó ejecutar el fallo porque existen otras sentencias donde se declara legal la licencia de Cort al hospital. El Supremo ha ratificado ahora ese criterio, la última bala de la oposición a Son Espases.