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En Ibiza

Implantan en Son Llàtzer el primer embrión seleccionado genéticamente

Una ibicenca, embarazada de diez semanas tras un diagnóstico genético preimplantacional

El hospital de Son Llàtzer, donde se realiza el diagnóstico genético preimplantacional. B. ramon

Una mujer residente en Eivissa ha sido la primera de Balears en quedarse embarazada de un embrión sano después de aplicarle el diagnóstico genético preimplantacional, un servicio que hasta este año no ofrecía la sanidad pública balear y que se lleva a cabo en el hospital de Son Llàtzer. Esta técnica permite, en casos muy específicos, descartar los embriones afectados por enfermedades genéticas o alteraciones cromosómicas antes de impantarlos en una fecundación in vitro, explica la coordinadora de la Unidad de Reproducción Asistida del Área de Salud de Eivissa y Formentera, Victoria Bonet.

Esta primera paciente se encuentra embarazada de diez semanas y no hay complicaciones, según la ginecóloga, que detalla que en estos momentos también está en este mismo proceso otra mujer de la isla. Además, hay otras que, en caso de querer quedarse embarazadas, recurrirían a este servicio. Bonet detalla que hay «muchos tipos» de enfermedades o alteraciones de cromosomas para las que estaría indicado seleccionar preembriones: «Por ejemplo, la hemofilia o síndrome X-Frágil, ligados al cromosoma X. Las mujeres son portadoras, pero los hombres las sufren. Una paciente que es portadora tendrá una hija sana o portadora, pero si es un hijo puede estar afectado». La médico explica que en ocasiones se trata de «traslocaciones» de cromosomas, es decir, de cromosomas que cruzan o intercambian información. En estos casos, si a pesar de ese cruce se mantiene toda la información y ésta está equilibrada, no ocurre nada, pero si no es así, el embrión puede estar afectado.

Éste es el caso de una de las pacientes de la isla. Sufría una traslocación, una información cruzada de cromosomas, y eso hacía que tuviera constantes abortos. Por eso llegó a la consulta. Otras son mujeres que ya tienen hijos con alguna de estas enfermedades, se han sometido a un estudio y saben que, cuando decidan tener otro hijo, podrán recurrir al diagnóstico genético preimplantacional.

Listado de enfermedades

La conselleria balear de Salud ha elaborado un listado de enfermedades y anomalías susceptibles de realizar el diagnóstico genético preimplantacional que incluye, entre otras, la atrofia muscular espinal, la enfermedad de Huntington, fibrosis quística, síndrome de Marfan, distrofia muscular oculofaríngea, amiloidosis visceral familiar o cáncer de mama y ovario hereditario.

La responsable de la unidad explica que, en estos casos, se envía a la paciente al hospital de Son Llàtzer, en Palma, para la extracción de los óvulos. Es allí también donde se realiza la fecundación. De los embriones que hayan prosperado, se extrae "una o más células" que se analizan para ver cuáles están sanos y cuáles afectados. Para este proceso se intenta que la mujer cuente con, al menos, seis embriones. No siempre cuenta con suficientes óvulos, de manera que lo que se hace es congelar los embriones de varios ciclos hasta contar con ese número. Bonet detalla que entre el 25 y el 80% de los embriones pueden estar afectados, pero recalca que ya ha habido casos en lo estaban todos. De hecho, indica que cuando se trata de una traslocación, sólo uno de cada doce embriones está sano. Cuanto más joven es la mujer y más reserva ovárica tiene, más fácil es el proceso. La responsable de la unidad insiste, además, en que no todos continúan evolucionando tras la extracción de una o más células para realizar el diagnóstico.

Bonet detalla que los laboratorios que se encargan de estos análisis son muy específicos y el que los realiza para el Ib-Salut se encuentra en Valencia. Un profesional se desplaza desde allí hasta Son Llàtzer para extraer las células a los preembriones y se las lleva a Valencia para analizarlas. Desde allí llaman para especificar, en cada caso, cuáles están completamente sanos y pueden implantarse a la madre. «Tiene que haber una coordinación muy estrecha», indica Victoria Bonet, que señala que están muy pendientes del teléfono.

«Hace años que el diagnóstico genético preimplantacional se hace en las clínicas privadas, pero era una prestación pendiente en la sanidad pública balear. Es verdad que esto se podía ver en una amniocentesis, pero implica abortar y eso, psicológicamente, es mucho más traumático. Con este sistema los embriones afectados se descartan y sólo se implantan los sanos. Psicológicamente es algo muy diferente», apunta.

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