Durante las vacaciones también hay tiempo para la revisión médica. Dos clínicas privadas atendieron ayer a los menores llegados a Mallorca desde otros países en distintos programas de acogida. El objetivo: revisar su estado de salud en general, suplir las posibles carencias de atención sanitaria de sus regiones de origen y prestar especial atención a dolencias predominantes en sus países.

Así, una quincena de niños procedentes de Ucrania y Bielorrusia pasaron ayer por la mañana una revisión médica en el Hospital Quirónsalud Palmaplanas. Los pequeños, que tienen una edad de entre seis y 14 años, llegaron de zonas que fueron afectadas por la catástrofe de Chernóbil, que hace 30 años sufrió ese fatídico accidente nuclear y cuyos efectos se siguen notando a día de hoy.

Además del chequeo general, se les hizo un control bucal, un tratamiento de fluorización y se les inspeccionó los ojos. Esta iniciativa forma parte de una acción solidaria de la ONG mallorquina Un somriure per Txernòbil, que un verano más acoge a menores provenientes de áreas que recibieron la influencia de dicho incidente.

Los beneficiarios son huérfanos o proceden de familias desestructuradas. Llegaron el pasado 21 de junio a la isla. Algunos de ellos ya la conocían al haber participado otras veces en el programa, mientras que otros aterrizaron por primera vez en Palma.

En la zona en la que viven continúa habiendo un nivel considerable de radiación, por lo que es importante que se sometan a estas revisiones. Así se puede descubrir si tienen alguna enfermedad, ya que la probabilidad de que las sufran, viviendo en estos lugares, es mayor.

El hospital Quirónsalud Palmaplanas no solo ofrecerá este chequeo médico a los chicos, también les hará un seguimiento y les atenderá cuando lo necesiten.

Por otro lado, medio centenar de niños saharauis, procedentes de los campamentos de Tinduf, fueron ayer a la Clínica Baviera para que les hicieran revisiones oftalmológicas como parte del programa Vacances en Pau. De esta forma, se busca ofrecerles una mejor atención médica, ya que en sus países de origen es insuficiente.

Con estas revisiones el programa pretende mejorar sus condiciones, puesto que donde viven tienen recursos sanitarios deficientes, las condiciones higiénicas son deplorables, no pueden alimentarse bien y soportan temperaturas extremas. "No solamente buscamos darles asistencia médica, que debido a su duro contexto social no reciben en su lugar de origen, sino también cambiar sus condiciones de vida para que opten a un futuro mejor", afirmó la gerente de la Clínica Baviera, Marta Cánovas.

Uno de los problemas que suelen presentar estos niños está relacionada con la visión. No es raro que tengan conjuntivitis o estrabismo, entre otras enfermedades. "Una mala visión puede afectar negativamente al desarrollo motriz, social y educativo del niño y en extensión a sus estudios", explicó Canóvas, "y por eso es fundamental una detención precoz de los problemas visuales".