El Obispado estudia excluir de la federación de Grups d'Esplais de Mallorca (GDEM) a aquellas organizaciones que no se identifiquen como católicas en su ideario. El actual equipo coordinador de la federación ya ha rechazado de forma frontal "esta segregación de grupos por motivos religiosos".
Esta federación nació hace 40 años impulsada desde el Obispado para unificar los distintos grupos que habían surgido en Palma y en la part forana vinculados a las parroquias de cada zona. Desde entonces se han ido sumando grupos, algunos con relación con la Iglesia y otros no.
En la actualidad, la coordinadora de GDEM tiene censados 21 grupos y calcula que en ellos llegan a participar alrededor de 3.000 niños y jóvenes. El Obispado contabiliza 18 grupos y 700 participantes.
El argumento para poner sobre la mesa esta cuestión es que es necesario actualizar los estatutos de la federación ya que han quedado "obsoletos" y no cumplen con las leyes canónicas y civiles. En esa actualización la entidad religiosa estudia introducir la obligatoriedad de que los grupos que quieran pertenecer a la GDEM incluyan la "opción de fe" en sus estatutos. Es un punto que aún no se ha decidido de forma definitiva. El conciliario de esplais, Xisco Vicens, se reúne hoy para exponer la situación al equipo episcopal, que será quien finalmente tome la decisión.
Desde la coordinadora de la GDEM han expresado su rechazo a esta posibilidad a través de un comunicado, en el que argumenta que siempre ha creído en la federación como "una unión de fuerzas de cara a las instituciones y no como un espacio selecto donde solo tengan cabida los que tengan una cierta ideología común".
"Entendemos el mundo del esplai como una opción de educación dentro del tiempo libre donde se comparte toda una serie de valores y donde han convivido y crecido juntas durante casi 40 años entidades católicas y laicas, siempre desde el respeto y el aprendizaje recíproco".
Para Vicens es razonable "que si estás bajo el paraguas del Obispado sepas dónde estás". El consiliario indicó que el Obispado no es que quiera "echar a nadie" ni "hacerles pasar por el tubo, ya que la fe es libertad", pero que sí hay una "cuestión de identidad" que debía abordarse.
La coordinadora actual de la federación asegura entender "la necesidad de renovar los estatutos en el marco de la ley canónica", pero critica que "no ha habido voluntad de diálogo" por parte del Obispado para llegar a un acuerdo que no exluya a grupos de esplai que no tienen la opción de fe en su ideario: "Entendemos que nos es lícito hacerles abandonar su identidad para seguir formando parte de la federación".
El comunicado asegura que la coordinadora no presentará "ninguna propuesta de estatutos" que suponga segregar a los grupos "por cuestiones religiosas" y que "fuerce a irse a entidades que históricamente han contribuido de manera excepcional al crecimiento de la federación".
Estos representantes concluyen pidiendo al Obispado que recapacite y que les convoque para poder encontrar una alternativa "donde todo el mundo tenga cabida".
