Los abogados de la infanta Cristina anunciaron ayer que el sindicato Manos Limpias, la única acusación que persigue a la hermana del Rey, le exigió "una cifra desorbitada" de dinero, posiblemente unos tres millones de euros, a cambio de retirar todos los cargos en el juicio del caso Nóos. Este incidente lo desveló ayer en Barcelona el letrado Pau Molins casi al mismo tiempo que en Madrid se detenía al presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad. Junto al también presidente de la asociación de usuarios Ausbanc, Luis Pineda (que también fue ayer detenido), Bernad está acusado de exigir dinero a varias entidades bancarias a cambio de retirar la acusación en varios procesos judiciales. En concreto, esta detención de Bernad fue ordenada por un juez de la Audiencia Nacional, que está investigando si este sindicato, que se sitúa en la ultraderecha, exigió a estos bancos que pagaran tres millones de euros y a cambio se dejaría de ejercer la acusación popular contra la infanta Cristina en el juicio del caso Nóos. Si Manos Limpias retira los cargos por delito fiscal, inmediatamente la Infanta quedaría absuelta por falta de acusación.

Pau Molins por la mañana, y más tarde Miquel Roca, dos de los abogados de la esposa de Urdangarin, una vez conocida la detención del presidente de Manos Limpias, confirmaron en Barcelona que estas exigencias económicas que les planteaban los representantes de este denominado sindicato fueron puestas en conocimiento de las autoridades. Lo comunicaron a la Policía y al fiscal Horrach. En cualquier caso, aseguraron que en ningún momento se plantearon aceptar esta exigencia económica, ya que lo que pretenden es que el juicio se celebre hasta el final y se demuestre la inocencia de Cristina de Borbón. El mismo mensaje manifestó ayer Jaume Riutort, el abogado mallorquín de la Infanta, que consideró que sería una pena que por circunstancias extraprocesales se retirara la acusación y no se pudiera demostrar la total inocencia de su defendida. El equipo de asesores legales de Cristina de Borbón quiere convencer al tribunal de que la hermana del Rey no ha cometido ningún delito, para que la sentencia sea absolutoria.

Seguirá

Mucho más complicada fue la situación que vivió ayer la abogada Virginia López Negrete, representante de Manos Limpias en el juicio del caso Nóos, que se enteró en la sala de la detención del presidente de la asociación que representa. La abogada manifestó que ella nunca había intervenido en ninguna conversación en la que se pudiera exigir un pago de dinero a cambio de retirar la acusación contra la exduquesa de Palma. Es más, aseguró que "nunca he pedido dinero a nadie ni por acusar, ni por retirar una acusación".

López Negrete, que realizó estas declaraciones al concluir la sesión de ayer del juicio del caso Nóos, anunció que el próximo martes volverá a la Sala y continuará realizando su trabajo como abogada de la acusación popular. El día anterior, a través de una red social, la letrada aseguró que si en algún momento su cliente, Manos Limpias, la obligaba a retirar la acusación contra la infanta Cristina renunciará al caso. Ayer, insistió en esta misma línea, si bien señaló que nadie de Manos Limpias le había comunicado ninguna indicación en el sentido de que dejará de perseguir legalmente a la hermana del Rey.

Sin embargo, la abogada manifestó sentirse "indignada, cabreada y sorprendida" al tener conocimiento de que la Audiencia Nacional estaba investigando al responsable de Manos Limpias por haber exigido estos tres millones de euros por retirar dicha acusación. López Negrete pidió que se distinguiera su trabajo como abogada de los problemas judiciales que pudiera sufrir su cliente. Y señaló que hay muchos ciudadanos que apoyan esta acusación popular contra la Infanta.