El Consell de Mallorca tiene en estos momentos la tutela de casi un millar de niños y adolescentes que han tenido que ser separados de sus progenitores de forma temporal o permanente. De ellos, 335 se encuentran en centros de su instituto de asuntos sociales o concertados, y 515 son atendidos por familias de acogida, según los datos facilitados por el citado departamento.
Un aspecto sobre el que se insiste es que cuando se comprueba que los padres no pueden hacerse cargo de los hijos, ya sea de forma temporal o con carácter permanente, la prioridad es que puedan pasar a manos de algún familiar con el que los menores ya tengan algún vínculo afectivo, con el fin de conseguir que este cambio sea lo menos traumático posible.
De este modo, en primera instancia se intenta que pasen a manos de abuelos, tíos o hermanos mayores de edad. En esta situación se encuentran actualmente 362 menores que han quedado en manos de un familiar con carácter permanente.
Esta opción no siempre es posible, de ahí que el segundo paso radica en buscar una familia que los quiera atender, dejando la opción de los centros de acogida como la última.
Cuando se trata de un niño de hasta seis años, la medida que se aplica siempre es la de ponerlo en manos de una familia. En este sentido, no se oculta que cuanto menor es la edad de éste, más fácil resulta encontrar quién quiera acogerlo.
En este apartado, existen dos tipos de programas. El primero es el de las familias canguro, que se ocupan del niño con carácter temporal, hasta que pueden volver con sus padres. En esta situación se encuentran 82 menores de la isla.
En segundo lugar aparecen las familias nido, que asumen el cuidado del pequeño de forma permanente.
El papel que juegan estos voluntarios a la hora de atender a los niños con problemas es sistemáticamente valorado desde el Consell de Mallorca, y para facilitar su labor se pone a su disposición el asesoramiento de técnicos del IMAS, que además se encargan de hacer el seguimiento de estos casos. Previamente deben de superar una entrevista con personal de este instituto para confirmar que se trata de personas competentes para poder hacerse cargo de estos niños.
Además, estas familias reciben también una ayuda económica, que se incrementa en el caso de que se acepte atender a hermanos o se trate de pequeños con problemas físicos o psicológicos, por citar algunos ejemplos.
Centros del IMAS
En el caso de que no se encuentre a una familia que pueda dar atención a los menores, éstos pasan a residir en alguno de los centros con los que el IMAS trabaja, situación en la que actualmente se encuentran 335.
Un aspecto a señalar es que en el caso de los adolescentes de 16 a 17 años, la opción de estos centros de acogida es la que se emplea de forma sistemática, dado que se encuentran muy cerca de alcanzar la mayoría de edad.
