La asociación de autónomos del taxi contrató el pasado verano los servicios de una agencia de detectives para que vigilara y denunciará los casos de intrusismo profesional que se venían desarrollando en el aeropuerto de Palma, lo que sirvió para que esta patronal expusiera posteriormente que al menos 30 furgonetas estaban operando como 'taxis piratas'. Además, esta información fue remitida a la Conselleria del ramo, a lo que se sumó una demanda ante los tribunales de lo mercantil por competencia desleal.
En el caso de la información remitida al Ejecutivo autonómico, el resultado ha sido la apertura de cinco expedientes sancionadores y la aplicación de multas por un valor global de 30.000 euros, según los datos facilitados por el director general de Transportes, Jaume Mateu.
Según el presidente de la citada patronal, Biel Moragues, estos casos suponen una parte mínima del problema. Además, desde el sector no se oculta el temor de que se traslade a Mallorca una práctica ya existente en Eivissa: alquilar coches para hacer este trabajo ilegal por si son inmovilizados.
