Lo escribió Platón hace 2.400 años: "La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo". Una muestra de flagrante injusticia es tratar de distinta forma situaciones idénticas... ¡No! Este no artículo no habla de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia sobre la compatibilidad de José Ramón Bauzá y sus variados negocios con la presidencia del Govern. Aunque podría serlo. Ni la compara con la de Aina Salom. Aunque podría hacerlo. Este es un artículo sobre la conselleria de Educación que comanda Guillem Estarellas, con Juana María Camps como actriz secundaria.

Estarellas y Camps castigan al adversario con rigor y acarician la espalda del infractor que bebe los vientos por el Govern. Para ejecutar esta política discriminatoria se apoya en el departamento de Inspección Educativa, que antes tenía la misión de mejorar la calidad de la enseñanza y ahora es el brazo armado de los políticos populares. Las arbitrariedades han sido constantes desde que hace más de un año cayó en desgracia Rafel Bosch y fue destituido de forma fulminante por defender lo mismo que la Real Academia de la Lengua Española: que en Balears se habla una lengua llamada catalán igual que en Colombia o México se habla otra denominada español o castellano.

Hace unas semanas, una juez de Palma archivó la denuncia presentada por el padre de la presidenta de la Asociación de Estudiantes Libres, Laura Venzal, contra Jaume March, director del instituto de Marratxí. March fue expedientado y apartado inmediatamente del cargo porque Venzal le denunció ante la Conselleria con una grabación no consentida. El docente comunicó al resto de profesores de su instituto a través de intranet, las causas de su separación de la dirección y quién era la denunciante. Los dos hechos, la denuncia de la militante anticatalanista y la de su padre fueron utilizadas para demonizar a March. La juez se sorprende de que al padre de Venzal "no le produzca estupor alguno que esa misma persona menor de edad, su hija, presida una asociación estudiantil que hace pública una información sobre Jaume March incluso antes de que el propio afectado la conozca". Una clara connivencia entre la conselleria de Educación y un grupo contrario al catalán en la escuela para castigar a un docente.

Cuatro directores de instituto de Menorca estuvieron suspendidos de sus funciones durante seis meses por sus objeciones al Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). Transcurridos estos 180 días, la Inspección de Educación propuso una sanción de 15 días. ¿Alguien entiende tanta desproporción? ¿Alguien imagina que un preso pase 15 años entre rejas y después se le condene a un año y tres meses? La conselleria de Educación cometió esta injusticia y, además, en un afán vengativo impropio de personas educadas, Guillem Estarellas retrasa todo cuanto puede la firma de la resolución del inspector responsable del caso.

En cambio, el director de la escuela de infantil de la Colónia de Sant Jordi, que se ha visto inmerso en una investigación penal por inscribir falsos alumnos en su centro, ha sido tratado con guante de seda por el PP. Y también por el jefe de la inspección, que justificó una demora en la investigación para que dimitiera voluntariamente y no se viera sonrojado con la deshonra de la destitución. Esta misma semana hemos sabido que otro director de un instituto de Alaior actuó igual que sus colegas castigados y, sin embargo, no fue suspendido ni sancionado. ¿Por qué? Quizás porque había ocupado cargos con el Partido Popular.

Sea en la conselleria de Educación o en el Tribunal Superior de Justicia, no hay peor injusticia que tratar de distinta forma dos asuntos idénticos. Algo que últimamente ocurre con demasiada frecuencia en Balears.

Post scriptum. Metidos en harina educativa, no entiendo los apoyos que recibe Jaume Sastre por su huelga de hambre. Personalmente jamás respaldaría a alguien que pone en peligro su salud. Y mucho menos si estuviera de acuerdo con él. Bauzá es un enemigo acérrimo de la lengua y la cultura de Balears, pero en democracia se le vence en las urnas, no con protestas contra natura.