Alexander Torshin, el actual vicepresidente del Senado de Rusia y uno de los políticos más influyentes del país, recibió de manos de Alexander Romanov un maletín repleto de dinero. Se trataría de los beneficios que cobró por una operación para que la mafia Tamboskaya se hiciera con el control, a través de métodos ilegales, de uno de los grandes almacenes más importantes de Moscú. La entrega del maletín se averiguó a través de las conversaciones telefónicas intervenidas a Alexander Romanov, el mafioso ruso detenido el pasado año en la localidad de Calvià. La transcripción de estas conversaciones, que Romanov mantiene con su esposa, fueron incorporadas al sumario de la investigación que se inició en un juzgado de Palma, al descubrirse que la mafia rusa estaba blanqueando fondos económicos a través de inversiones turísticas en Mallorca.

Los investigadores del Grupo de Información de la Guardia Civil están seguros que Romanov no es más que un empleado de Torshin. Además de los negocios, también les une vínculos familiares. El político ruso es el padrino del hijo de Romanov.

La Guardia Civil descubrió que a finales del mes de febrero del año pasado Alexander Romanov tuvo que realizar un viaje a Rusia. Tuvo que organizar el desplazamiento en poco tiempo, porque en su país se le reclamaba para que cerrara una importante operación económica, en la que participaron, no solo influyentes políticos rusos, sino también importantes banqueros del país.

El grupo mafioso Tamboskaya, cuya especialidad delictiva es la organización de raids, se hizo con el control de los grandes almacenes Univermag, situados en la ciudad de Moscú. La mafia colocó a sus hombres de confianza en los cargos directivos de la empresa, a la que llevaron a la quiebra, no sin antes obtener millonarios beneficios. La persona encargada de recibir este dinero era Alexander Romanov. Durante varios días la Guardia Civil estuvo siguiendo la operación. Romanov habló varias veces con el "Padrino" para explicarle las dificultades de la operación y pedirle que llamara a un determinado director de banco para que aprobara el ingreso del dinero. Finalmente Torshin utilizó su influencia para que la operación se hiciera. El dinero, unos nueve millones de dólares, se ingresó en una cuenta que facilitó Romanov. Después se cree que una parte importante (los investigadores calculan que fue la mitad del dinero) lo depositó Romanov en un maletín y organizó un encuentro con Torshin. No se sabe en qué lugar se vieron, pero en una conversación que Romanov mantiene con su mujer le explicó que le han habían pedido "que compre dos carteras iguales".

El mafioso detenido en Peguera le explicó a su pareja que deseaba realizarle un regalo a la esposa de Torshin con motivo del día de la mujer rusa, que se celebra el día 8 de marzo. Decidió comprarle una caja grande de bombones, que introdujo en el maletín donde había depositado el dinero. Su esposa le dijo que le gustaría más el contenido de la cartera, que el regalo que le hacía.

Romanov no explica detalles de su encuentro con Torshin. Solo le comunica a su mujer que se encontró con el político ruso y que le hizo entrega de todo el dinero "de una sola vez". La Guardia Civil averiguó después que los beneficios del control de los grandes almacenes se pagaron en varios ingresos.

Romanov no abandonó su país inmediatamente. Al menos permaneció en Rusia hasta el día 12 de marzo. Después regresó a Mallorca.