El portavoz del Sindicato Médico, Miguel Lázaro, advirtió ayer que sólo faltan ocho días para el inicio de la protesta, que, estimó, colocaría a esta comunidad en una situación de "megacrisis sanitaria" sin precedentes en ninguna otra región del país.

Lázaro explicó que ayer no se produjo ningún contacto entre la Administración y su sindicato para intentar hallar una salida a la situación generada después de que una sentencia del TSJB declarara nulos varios complementos salariales de los facultativos, y que ha desembocado en la convocatoria de una huelga indefinida que comenzaría el viernes 6 de julio.

Entre las consecuencias que traería este conflicto, el doctor Lázaro señaló un más que probable aumento de la violencia en el ámbito sanitario, con unas listas de espera disparadas y unos profesionales cada vez más quemados y menos motivados por una constante reducción de sus salarios. "El burn out (síndrome de queme profesional) de los médicos unido a un aumento de los tiempos de espera de los pacientes puede con ducir a un mayor número de casos de violencia en el ámbito sanitario", dijo Lázaro, que añadió que los facultativos podrían incurrir en un aumento de la petición de pruebas complementarias para cumplir estrictamente con la buena praxis médica.

Lázaro se mostró indignado con la clase política, de la que dijo que después de trece meses en el poder no han rebajado ni sus salarios ni sus prebendas mientras lo hacen sin recato con los funcionarios.