Ni el yerno del Rey se libra de impagos de la crisis. Los correos que le enviaba a su asesor Marco Tejeiro revelan que el duque sufrió dos episodios de impago, que zanjó por la vía más expeditiva: el desahucio judicial y posterior embargo. Le ocurrió con la inquilina que a finales del año 2008 ocupaba uno de los dos pisos del duque y la infanta en la calle Pedrera. La mujer había dejado de pagar los 650 euros de alquiler mensual tras quedarse en paro. De diciembre a marzo no ingresó la renta, por lo que el asesor de Urdangarin, Marco Tejeiro, dio instrucciones para que una abogada se ocupase del problema. Ésta sugirió un desahucio judicial y el duque dio su consentimiento con frialdad: "OK", fue su única respuesta. Un año y medio después, a mediados de 2010 (cosas de la lentitud de una justicia que ahora podría propiciar la prescripción de los delitos supuestamente cometidos por Urdangarin) la inquilina estaba fuera y el piso alquilado, para satisfacción del duque, que le agradecía a su asesor el desahucio: "Enhorabuena Marco, me alegro, a ver si dejamos estos líos atrás", respondía desde EEUU. Aunque le volvió a pasar, esta vez con uno de los pisos de Marques de la Fontsanta.