Unas 300 personas se han concentrado hoy en una asamblea en la Plaza de España de Palma convocados por el movimiento del 15-M después de que poco después de la pasada medianoche la policía ordenara el desalojo del espacio público.

Los reunidos han reprochado el despliegue policial a la Delegación del Gobierno y a los responsables de seguridad del Ayuntamiento de Palma y han reclamado su derecho a usar el espacio público para promover el debate político que los "indignados" impulsan desde hace ya mes y medio.

Uno de los más activos integrantes del movimiento en Palma, Manu, ha explicado a los medios de comunicación que el desalojo "fue bastante cordial" y que los concentrados hicieron gala del carácter no violento que ha caracterizado el 15-M.

No obstante, se ha quejado de que la policía desmantelara anoche y haya impedido hoy la instalación de un punto de información: "No nos dejan poner ninguna mesa, ningún cartel ni nada", ha incidido.

Manu, que ha recordado que el 15-M de Palma ya se desvinculó semanas de la acampada que permanecía en la Plaza de España, ha explicado que él y sus compañeros solicitaron al nuevo alcalde, Mateo Isern, una entrevista para que haga suya la promesa de su antecesora, Aina Calvo, de que se les permitiría mantener instalada una mesa informativa.

"Todavía no sabemos nada", ha apuntado sobre su solicitud a Cort, aunque ha resaltado también que la presencia de integrantes del movimiento bajo la estatua de Jaume I garantiza la continuidad del trabajo divulgativo.

"Va a seguir todo igual: las asambleas de barrio, en los pueblos, los talleres... exactamente igual", ha recalcado.

De hecho, en la asamblea de esta tarde, se ha informado de que mañana en la Plaza de Cort se llevará a cabo el taller semanal de asambleismo; el viernes habrá una nueva marcha por el mantenimiento de Blanquerna como calle peatonal y para el domingo hay convocada una manifestación contra las subidas de sueldo de los políticos.

"No podéis llevaros ni una sola idea, ni una sola conciencia ni un solo corazón", rezaba el lema que muchos de los asambleístas mostraban en un folio pegado sobre su pecho, mientras que esporádicamente se coreaban lemas como "El pueblo unido funciona sin partidos" y el ya común "No hay pan para tanto chorizo".

Bajo la vigilancia de una veintena de agentes de policía nacionales y locales, durante la asamblea se han ido sucediendo intervenciones en favor de la continuidad del movimiento y en demanda de mayor participación democrática y menos corrupción.