Los clubes de la tercera edad de Palma, y por extensión los de Mallorca, adoptaron el pasado viernes la decisión de denunciar a los presidentes "sinvergüenzas" que obtengan beneficios económicos personales con las partidas de bingo de los ancianos. Durante la asamblea, muchos de los presidentes de las agrupaciones de la tercera edad admitieron que "unos pocos se han lucrado con las partidas de bingo". De hecho, los presidentes arremetieron contra estas personas que han hecho negocio con las inofensivas partidas, al considerar que "están pagado justos por pecadores".

En la citada reunión se alcanzó un pacto de poner un precio máximo por cartón de 20 céntimos de euro. Este acuerdo será comunicado la próxima semana a la consellera de Interior, Pilar Costa, y también al delegado del Gobierno, Ramon Socías.