Llega con fama de investigador eficaz y discreto, dos cualidades que parecen cortadas a medida de lo que necesita la comunidad con mas casos de corrupción por político electo. Florentino Pellejero lo sabe. Y lo demuestra en cada respuesta: ni una concesión de cara a la galería durante una entrevista en la que este veterano de la inspección fiscal aficionado a la carrera de fondo deja clara su intención de convertir la lucha contra el fraude y la corrupción política en ejes prioritarios de su etapa al frente de la Agencia Tributaria en Balears. Tras ejercer como jefe de inspección en la Castilla-La Mancha de José Bono y la Comunidad Valencia de Francisco Camps asciende a delegado especial para hacer frente a su mayor reto: la Mallorca post Matas (y post Munar). Palma Arena, Son Oms, Can Domenge, Ibatur, Maquillaje y demás casos de supuesta podredumbre política ya están sobre su mesa.

–¿Cómo ha sido el aterrizaje?

–Estoy tomando contacto. Es un poco una aventura, porque vengo a una ciudad prácticamente desconocida, en la que había estado para un par de reuniones y donde apenas conozco gente. Pero aterrizo con mucha ilusión y muchas ganas de hacer las cosas bien.

–Soy consciente de que lleva poco tiempo (se incorporó en pleno verano), pero supongo que ha podido evaluar la situación. ¿Ha pensado algún cambio?

–La sensación en los primeros días en la Delegación de Balears es que funciona razonablemente bien, por no decir muy bien. No es mérito mío, sino de mi antecesor y de todos los trabajadores. No obstante, es mi obligación intentar localizar puntos débiles e intentar que tanto el servicio y asistencia al contribuyente como el combate del fraude fiscal se hagan de la forma más efectiva posible.

–¿Tiene puesto ya el foco en algún área o en algún sector económico?

–Nos atenemos a planes de actuación nacionales y luego en algunas regiones pueden existir especialidades que se adapten. Sí puedo decirle que en materia de fraude fiscal, la delegación de Balears está siendo incisiva y contundente en combatir tipologías de fraude de mayor gravedad. Y le pongo dos ejemplos. Contra el fraude complejo se actuó contra un despacho de asesoría fiscal que planificaba acciones fraudulentas para sus clientes a través de estructuras opacas, con la intención de ocultar la titularidad de los bienes. Ha tenido gran relevancia y tiene un importante efecto: ya ha habido condenas y por primera vez, creo, se castiga a un asesor fiscal con una pena superior a la del propio contribuyente. Es ejemplarizante. Otro ámbito que preocupa es la economía sumergida, y hemos tenido actuaciones de resultado satisfactorio en relación con un importante grupo hotelero de Eivissa [Playa Sol]. Fue una actuación relevante contra un fraude grave.

–Organismos internacionales, sindicatos, e incluso algún ministro hablan de cifras de economía sumergida superiores al 20% de la actividad. ¿Se ha convertido la economía en negro en válvula de escape, sobre todo en las pequeñas empresas, agobiadas y con menos recursos para capear el temporal?

–Hay planes para combatir la economía sumergida en todos los ámbitos. En marzo se presentó un plan integral que permite combatir el fraude fiscal y laboral y contra la Seguridad Social que se va a dirigir en gran medida a ese tipo de contribuyentes [las pymes]. Si determinado contribuyente nos consta que tiene ingresos de 100 unidades monetarias y ha declarado 60 nos parece que, aunque sea un contribuyente más modesto, debemos pedir explicaciones. Y luego hay un fraude muchísimo más grave, de mayor entidad, más complejo, cuantitativamente más importante al que se dirigen nuestros mejores efectivos. Es un ámbito en el que la inspección investiga con mucha eficacia.

–¿Qué parte del su trabajo absorbe la economía sumergida?

–Cerca del 60% de los efectivos.

–¿Y con cuántos efectivos cuenta?

–Le facilito el dato luego. Tengo la cifra clara, pero no quiero equivocarme [tras la entrevista, detalla: 40 inspectores, 240 técnicos de Hacienda y 750 empleados en Balears].

–Lo pregunto porque supongo que tienen una estructura similar a la de la Inspección de Trabajo, con 40 inspectores para unas islas con un millón de ciudadanos y 89.000 empresas. ¿Es posible combatir la economía sumergida con esa plantilla?

–Los efectivos son los que son. Ojalá fueran más, podríamos hacer más cosas. Pero la Agencia Tributaria se caracteriza por hacer una muy buena gestión de los efectivos de que disponemos. Eso está reconocido a nivel internacional. De hecho los resultados de la lucha contra el fraude fiscal están mejorando año tras año, de una manera proporcionalmente superior al aumento de efectivos.

–¿Y qué me dice de esa percepción tantas veces expresada por las pequeñas y medianas empresas de que Hacienda está más encima de los peces pequeños?

–Yo le podría dar datos que desmienten eso. Nos centramos en todo tipo de contribuyentes. También en los que tienen volúmenes de facturación muy importantes. Pero los únicos que tienen que sentir la presión son los defraudadores, solo los defraudadores, no en general los pequeños empresarios: los defraudadores, sean grandes o pequeños. En la lucha contra el fraude fiscal somos muy combativos aunque probablemente no hemos sido capaces de trasladarlo a la opinión pública. En Balears hemos enviado una cantidad importante de delitos: en 2009 y lo que va de 2010 la cifra alcanza los 50 delitos fiscales detectados con una cantidad defraudada descubiertas de 22 millones. Es decir, sí que estamos haciendo cosas. Y eso no es pequeño fraude, eso es gran fraude.

–En julio se subió el tipo del IVA, ¿han detectado algún efecto? ¿Más fraude?

–Es pronto y habrá que esperar al próximo informe sobre evolución de recaudación para saber cuál ha sido este impacto.

–¿Qué me dice de las peticiones de aplazamiento de pago que reciben? ¿Siguen las empresas tan ahogadas?

–La Agencia Tributaria no resulta ajena a la situación económica y en crisis el número de aplazamientos aumenta. Hemos procurado dar facilidades: vale más que una empresa pague sus impuestos aunque sea de forma aplazada que no que esa empresa tenga que cerrar. La percepción que tienen que tener las empresas es que somos sensibles a sus necesidades: un 75% de los aplazamientos solicitados se conceden. Ahora se pueden solicitar aplazamientos de pago inferiores a 18.000 euros sin garantía, y eso cubre el 90% de los aplazamientos.

–El Gobierno ha aprobado varias subidas de impuestos e incluso ha creado algún tramo fiscal nuevo: ¿Es más tentador defraudar cuando suben los impuestos?

–Más tentador defraudar… bueno, yo creo que no hay una relación directa entre subidas de impuestos e intento de fraude: hay un informe de la OCDE que así lo asegura.

–También llevamos meses hablando de subir la carga fiscal a las Sicav (las sociedades de inversión que usan las grandes fortunas para tributar al 1%). En el País Vasco lo hicieron y se fugaron el 70% de estas sociedades, 420 millones escaparon para seguir tributando al 1% y no al 28% vasco. ¿Perciben el nerviosismo entre las grandes fortunas, siempre preparadas para salir corriendo a un paraíso fiscal?

–No tengo ningún dato objetivo al respecto. En una economía en la que existe libertad de capitales es muy difícil controlar el movimiento, pero lo que es deplorable es la existencia de paraísos fiscales y en ese sentido hacemos lo que podemos. Recientemente hemos obtenido una información muy valiosa sobre capitales aparentemente opacos en un banco de Suiza [UBS], lo que sucede es que la regulación de paraísos fiscales no es algo que dependa de la administración española, sino de un ámbito internacional.

–Hablando de paraísos fiscales, ¿ya han encontrado el dinero que supuestamente tiene el ex president Matas en el Caribe?

–Como usted comprenderá no puedo comentar asuntos de investigaciones concretas, tenemos un estricto deber de sigilo.

–Comprendo. Pero supongo que es consciente que en estas islas gran parte de la actividad de sus inspectores y técnicos está y estará centrada en casos judiciales abiertos por corrupción política. ¿Tiene efectivos suficientes para tal avalancha de corruptelas?

–No solo en Balears, en toda la Administración Tributaria se colabora con la Justicia. Es una obligación. Nos compete el auxilio a los tribunales. En Balears le aseguro que hemos venido colaborando, colaboramos y seguiremos colaborando con la Justicia en todos estos asuntos. Si cabe colaboraremos con la Justicia con mayor intensidad. Hemos aumentado el número de efectivos que investigan estos casos [de corrupción política], para impulsar estas tareas y agilizar al máximo las investigaciones pendientes con juzgados y Fiscalía.

–¿Cuántos inspectores se dedican a seguir el rastro de la corrupción política?

–No le voy a cuantificar exactamente, porque hay una serie de personas que se dedican en exclusiva y luego hay otras que se incorporan a esas tareas sin dedicación exclusiva. Pero sí le puedo decir que un porcentaje significativo de la plantilla está dedicado a esto. Y se acaba de incrementar.

–¿De qué porcentaje hablamos?

–No quisiera darle una cifra concreta porque no lo he calculado con exactitud, pero es un número bastante respetable que, repito, se acaba de incrementar.

–Supongo que eso les quita capacidad de acción para otros frentes, justo cuando más aprieta la economía sumergida.

–Evidentemente nos quita para otras tareas, pero no debemos olvidar que el auxilio a los tribunales es una de las funciones que se asigna por ley a la Agencia Tributaria y, por tanto, dedicamos los efectivos necesarios y dedicaremos más si hiciera falta.

–¿Va a seguir usted la línea de su predecesor (Raúl Burillo) de supervisar personalmente la actividad de investigación relacionada con corrupción política?

–Yo no sé si lo hacía o no, pero mi función es impulsar que todos los asuntos pendientes con la Justicia se ultimen con rigor técnico y en el menor plazo posible.

–Ha estado desde 2002 en labores de inspección en Valencia, comunidad con casos similares a los de Balears en tiempos de Matas y el PP. ¿Se siente con experiencia para cambiar a Camps, sus trajes, El Bigotes y el Papa por Matas y su palacete?

–Llevaba trece años y medio como responsable de la inspección general, cinco en Castilla-La Mancha y ocho y medio en Valencia, que no es una región sencilla en ese sentido: alguna experiencia tengo, aunque no puedo comentar nada concreto…

–Vaya, que siguió de cerca los casos que hoy están en los tribunales en Valencia.

–[Sonríe tímido] Tengo una amplia experiencia en esta materia.

–Cuando se produjo el relevo de Burillo, desde algunos ámbitos se interpretó como una decisión política para apartar a un delegado activo en la persecución de la corrupción, ¿qué le parecen esas lecturas?

– Soy ajeno a los motivos del relevo de cualquier delegado, pero desde la experiencia y los años en la Agencia lo que sí puedo decirle es que es normal que cuando se produce un relevo en la dirección general, como fue el caso, haya también cambios en el equipo directivo. Esto es sencillamente lo que ha sucedido. Han cambiado al mismo tiempo el delegado de Balears, los de Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía, Extremadura, Cantabria, y algunos provinciales.

–No buscamos entonces manos negras, que la rotación es saludable…

–Yo creo que es así, que se ha considerado que puestos de responsabilidad que conllevan elevado desgaste es bueno que roten. En mi caso es así: me viene bien un cambio.

–Volviendo a lo puramente fiscal, como va la campaña de renta.

–Va bien, según lo previsto. A fecha de hoy, de esta mañana [la del jueves], hemos ejecutado por encima del 91% de las de devoluciones solicitadas. Y la previsión es alcanzar el 95% a finales del mes de octubre.

–Recibir se lleva bien, pero pagar no tanto [según la última encuesta del ministerio de Economía, cuatro de cada diez ciudadanos justifican el fraude]. ¿Somos demasiado permisivos o condescendientes con el defraudador de impuestos?

–No creo que tengamos más o menos permisividad que otros países. Pero, aunque es responsabilidad de la Agencia concienciar, no debe olvidarse que el fraude es un problema de todos los ciudadanos. No es comprensible que se critique el fraude fiscal por alguien que luego acepta una factura sin IVA cuando se le pregunta ´¿con IVA o sin IVA?´ Es una forma de competencia desleal con contribuyentes y empresarios cumplidores.

–Entonces, ¿con IVA o sin IVA?

–Con IVA, con IVA, pero a mí me lo han preguntado también alguna vez: que conste que siempre he constatado el dato. Nunca vamos a erradicar el fraude fiscal, pero podemos reducir su impacto. El objetivo es ser más eficaces contra la economía sumergida.

–Aún somos el país europeo con mayor concentración de billetes de 500 euros.

–Puedo asegurarle que esa es una de las actuaciones más eficaces de la Agencia en los últimos años: hemos obtenido información de miles de operaciones con billetes de 500 euros a las que se ha tomado anotación y que han dado unos frutos extraordinarios y todavía se continúa. En 2010 deja de funcionar el programa de billetes de 500 euros porque ya tenemos información de todos los movimientos en metálico. Uno de nuestros mayores activos es la información que tenemos: captamos mucha y la procesamos muy bien.