Bartomeu Reus, el propietario oficial de la lujosa vivienda de la calle San Ramón de la Cruz de Madrid, sostendrá mañana ante el juez que el piso es de su propiedad, y no de Matas, y que el ex president de Govern sólo es un inquilino que le paga al mes 1.500 euros de alquiler.

El ex presidente de Gesa ha sido citado por el juez Castro para mañana para que explique todas las dudas que existen sobre esta vivienda, que fue comprada en el año 2003 por un precio de 1.200.000 euros.

Reus, que estará defendido por el abogado Antoni Albertí, reconocerá al juez que la primera persona que le habló sobre la construcción que se estaba realizando en el madrileño barrio de Salamanca fue Matas. Según él, le explicó que era una buena inversión y que estaría interesado en alquilárselo para que pudieran vivir sus hijos que estaban estudiando en Madrid. También indicará que el ex president, con el que mantiene una estrecha amistad desde hace años, le manifestó su deseo de comprar el piso en un futuro, pero que al perder el gobierno en Balears y abandonar su carrera política, esta posibilidad de compra se esfumó.

La investigación que ha realizado la Guardia Civil ha demostrado que el piso que estaba construyendo la promotora Vallermoso fue elegido en planos en el año 2003 por Maite Areal. En ese momento su marido era ministro. A diferencia de otras viviendas, que se ofrecieron a través de una agencia inmobiliaria, este piso fue vendido directamente por la constructora. No fue un piso, sino dos, que se unieron tras firmarse el documento de fin de obra. El inmueble, ubicado en uno de los barrios más lujosos y caros de la capital, cuenta con cuatro habitaciones y varios baños. Los planos de las modificaciones fueron realizados por el aparejador contratado por la empresa Denario, que es el mismo técnico que después se encargaría de dirigir la reforma que la familia Matas realizó en su famoso "palacete" de la calle San Felio.

Se ha averiguado también que Fernando Areal, hermano de Maite, realizó un primer pago de 100.000 euros en metálico en concepto de reserva. El piso, sin embargo, no fue registrado a nombre de la familia Matas. Areal recuperó el dinero, pero el mismo día que teóricamente se lo devolvían, Bartomeu Reus entregaba la misma cantidad para reservar la misma vivienda. La Guardia Civil cree que el dinero nunca llegó a salir de la constructora y lo único que se hizo fue un cambio de nombre.

A Bartomeu Reus poco lo han visto por la casa. De hecho, nadie le recuerda por allí. Acudió al notario de Madrid donde se formalizó la escritura. A su nombre se cargan los gastos de comunidad, unos 300 euros al mes, y el recibo del IBI.

La ex mujer de Reus ha confirmado que nunca le habló de que tuviera este piso en Madrid.