Los ciudadanos de los municipios de la Bahía disponen de gas natural desde hace pocos días, aunque la mayoría no se ha enterado del cambio. Gesa finalizó ayer el proceso de sustitución del aire propanado por el nuevo combustible a unos 90.000 clientes de Palma, Marratxí, Calvià y Llucmajor.

El relevo energético empezó el pasado día 1 de octubre y se ha ejecutado de forma gradual. En Palma arrancó en Son Ferriol y ha concluido en los barrios de Portitxol, Molinar, La Gruta, Coll d´en Rabassa, Can Pastilla, Platja de Palma, Arenal y Son Verí.

Paradójicamente, los únicos que se han percatado de la llegada del gas natural han sido los usuarios a los que Gesa ha cortado el suministro por razones de seguridad. Esta interrupción, afirman desde la compañía, responde a que la instalación doméstica no había pasado la última inspección. Estas mismas fuentes calculan que un 1% de los clientes se ha visto afectado. Para el restablecimiento del suministro, deberán llamar a Gesa, que procederá a efectuar una inspección.

Un ahorro en la factura

La introducción de la nueva fuente de energía propicia ventajas medioambientales y de carácter económico, incidieron ayer la consellera del ramo, Francesca Vives, el director general de Endesa en Balears, Andreu Rotger, y el director de Gesa Gas, Javier Nausía, quienes tutelaron ayer la última fase del proceso desde el centro de regulación de Cas Tresorer."La alta potencia del gas ofrece una cocción más rápida y flexible que la ofrecida por otros sistemas. Además, da lugar a una combustión perfecta, sin humos, olores y residuos. Los utensilios de cocina se mantienen siempre en perfecto estado", explica Gesa.

En el aspecto económico, resulta más rentable debido a su "potencia". Según la compañía, la factura energética de los clientes puede disminuir en torno a un 33%.