Anticorrupción ha oficializado con su denuncia, en el llamado caso del Plan Territorial de Mallorca, lo que la calle siempre ha sospechado, que en el urbanismo de estas islas se ha jugado siempre con las líneas sobre el mapa con fines nada altruistas, sino todo lo contrario, para engordar el bolsillo de algunos, políticos y promotores preferentemente. Como muy bien dicen los fiscales "los pelotazos no han producido ningún tipo de beneficio al común de los ciudadanos o un uso social". Lo que hace falta oficializar es el castigo a los corruptos.