El pasado jueves 1 de diciembre se firmó un acuerdo de colaboración entre Reusa Mallorca SL -empresa de recogida de aceite vegetal- y Restauración Mallorca para concienciar a todo el sector de la restauración del buen uso que se debe hacer del aceite usado de cocina y de los peligros que conlleva su mala gestión.

Conviene recordar que según la Ley, el aceite vegetal usado, no está catalogado como peligroso, pero si altamente contaminante. Esta consideración se recoge en el Catálogo Europeo de Residuos (CER)(Directiva 75/442/CEE) y se cataloga con el número 20 01 25 "Aceite y grasas comestibles". Además, dicha ley define muy claramente quienes son "productores de residuos": cualquier persona física o jurídica cuya actividad produzca residuos -productor inicial de residuos- o cualquier persona que efectúe operaciones de tratamiento previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionen un cambio de naturaleza o de composición de esos residuos. En el caso de las mercancías retiradas por los servicios de control e inspección en las instalaciones fronterizas se considerará productor de residuos al representante de la mercancía, o bien al importador o exportador de la misma. Por tanto, sin perjuicio de lo indicado sobre el consumo doméstico, los hoteles, bares y restaurantes son productores, por cuanto que el ejercicio de su actividad económica, generalmente la hostelería, genera un residuo -el aceite vegetal usado en frituras-.

Es por ello que en los negocios de restauración es obligatorio acordar con una empresa que esté autorizada por el organismo público competente en esta materia -el Govern de les Illes Balears- la retirada del aceite usado de cocina. Igualmente, esta obligación incluye acreditar documentalmente tanto el acuerdo con el gestor autorizado -mediante contrato- como las operaciones individuales de retirada -mediante albaranes-. El objetivo es justificar -en caso de inspección por parte de la autoridad competente- la trazabilidad del residuo, lo que permite conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria del aceite vegetal a lo largo de la cadena de recogida, luchando así contra el robo o la actividad ilícita de empresas no autorizadas.

En este sentido se consideran infracciones graves la entrega, venta o cesión de este tipo de residuos a cualquier persona o empresa no autorizada para su reciclaje por el Govern. Igualmente y según la actual ley autonómica, también se considera una infracción grave la aceptación de esos mismos residuos si no se cuenta con las pertinentes autorizaciones.

En caso de infracción, la ley contempla multas que van desde los 901 euros hasta los 45.000.

Reusa Mallorca dispone de una moderna planta de valorización del residuo, que permite un mayor aprovechamiento del aceite recogido, dando por consiguiente un mayor valor medioambiental. Además, dispone de la autorización de la CAIB para la realización de este proceso y tiene Certificado de Sostenibilidad de los biocombustibles ISCC -Sistema de certificación organizado y con orientación internacional, en el cual se busca la trasparencia y reconocimiento de la trazabilidad del aceite que se recoge-, con una gran experiencia en el sector .