El Iberostar Palma ha salido de las posiciones de descenso después del triunfo conseguido el domingo en la cancha del Levitec Huesca y enlaza tres victorias que permiten que el equipo llegue a la recta final de la temporada con buenas sensaciones y con mucho más optimismo que hace dos meses, cuando el conjunto mallorquín arrancaba una racha de siete derrotas seguidas en la cancha del Prat.

Los mallorquines llevaban cuatro jornadas de manera consecutivas instalados en la zona roja de la Leb Oro, una situación que se apoderó de las cabezas de los jugadores que reconocían estar "ansiosos". El 3 de marzo el Palma tocaba fondo y, en un partido ya casi a vida o muerte ante el filial del FC Barcelona, los verdiengros se veían dieciocho puntos abajo en el segundo cuarto. Ese fue el momento del cambio de chip. Conscientes de que una derrota ante los blaugranas les condenaba a una situación límite, el equipo sacó el orgullo que se le reclamaba y reconducía la situación para sumar una victoria que parece haber sido el punto de inflexión definitivo. A este triunfo le siguieron los cosechados ante el Sáenz Horeca Araberri y el del domingo ante el Levitec Huesca.

Ahora los pupilos de Félix Alonso afrontan las siete últimas jornadas de competición con dos partidos marcados en rojo y que, probablemente, marcarán la suerte del equipo. Son los que enfrentará al Palma a los dos equipos que ahora ocupan las posiciones de descenso, Clavijo y Sammic Hostelería. Sumar estos dos triunfos podrían dejar a los isleños en una situación propicia de cara a las cuatro últimas fechas.

El líder

Antes de estos enfrentamientos directos, el Iberostar recibirá, mañana, al líder de la competición con la mentalidad de no renunciar a nada. Los de Félix Alonso quieren verse reflejados en la hazaña que ha conseguido este fin de semana el Clavijo superando al ICL Manresa y firmar una sorpresa de magnitud similar. En caso de fallar, los dos próximos encuentros pueden salvar los muebles a la situación y permitir que el Palma dé un paso de gigante hacia la permanencia. Lograr estos dos triunfos y tratar de arañar algo más en casa se presupone de vital importancia. El calendario no es el más sencillo pero, al margen del Breogán, los mallorquines no se tendrán que medir a ningún transatlántico de aquí a final de temporada.

El final de temporada se presenta tan apasionante como dramático en la zona baja. A falta de siete jornadas, hasta seis equipos pelearán por evitar esas dos plazas de descenso a Leb Plata. La reacción de equipos como Palma, Clavijo y Sammic ha metido en problemas a Barça B, Lleida y Huesca, que ya están inmersos en plena terna por mantener la categoría. De hecho, el mejor clasificado de todos ellos, el conjunto oscense, tan solo se encuentra a un triunfo del equipo que marca el descenso, el Sammic, y a dos del colista, Clavijo.

Muy cerca de este pelotón se encuentra el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que parte con bastante ventaja -dos victorias sobre el descenso- pero que tampoco se puede relajar de aquí al final del curso porque se puede complicar la vida en exceso.